Que la obra no se pare

Existe cierta tendencia en mi profesi¨®n -soy jefe de obra en una empresa constructora-,. que se manifiesta sobre todo al principio, consistente en criticar sin ning¨²n tipo de recato la labor que est¨¦ realizando un colega nuestro en otra obra distinta de la nuestra. Con el tiempo, uno se va dando cuenta de que existen defectos, y de que es muy f¨¢cil sacar a la luz los defectos de la obra de un colega. Lo dif¨ªcil es aprender a ser prudentes y a no dar a esos defectos m¨¢s importancia de la que tienen, porque son inherentes a la construcci¨®n y se producen en la obra del colega y en la nuestra, en este pa¨ªs y en cualquier otro. Con el tiempo aprendes a fijar la vista en un ¨²nico objetivo: sacarla adelante y terminarla de la mejor manera posible.Me da la impresi¨®n de que esta tendencia es totalmente extrapolable a la vida p¨²blica actual. A cualquier movimiento que se realice en una determinada direcci¨®n se le buscan las vueltas con una absurda pirueta para que resulte en contra de quien lo ha iniciado. Algunas personas de la oposici¨®n tienen muy claro que todo, absolutamente todo, lo que haga el Gobierno est¨¢ mal, y viceversa.

?ste es un pa¨ªs de personas muy preparadas, trabajadoras, con una voluntad de hierro y con mucha ilusi¨®n por el futuro. Tanto ciertos representantes de la clase pol¨ªtica como algunos medios de comunicaci¨®n est¨¢n sacando los pies del tiesto de una forma grotesca y absurda, como verdaderos aprendices, y est¨¢n logrando que el ciudadano de a pie, que es el que realmente consigue con su esfuerzo y su sudor diario que el pa¨ªs no se pare, pierda la ilusi¨®n cada d¨ªa un poquito m¨¢s.-