La vida en el desierto del Kalahari, en Canal +

La vida en el desierto del Kalahari es uno de los lugares m¨¢s ¨¢ridos de la tierra, desde el punto de vista de una familia. de mangostas amarillas. La lucha por la supervivencia de estos peque?os matadores, que comparten un suelo est¨¦ril con los ¨²ltimos bosquimanos, y su relaci¨®n con el resto de la fauna del sur de Botsuana es la trama central del documental Bajo el sol del Kalahari, que hoy emite Canal + a las 15.00.En el Kalahari africano, uno de los desiertos m¨¢s grandes del planeta, la naturaleza sobrevive a duras penas. La geograf¨ªa es hostil, las temperaturas extremas, y los alimentos escasos. Un infierno que ocupa buena parte del suroeste de Botsuana, no demasiado lejos del vergel que forma el delta del Okavango. Un lugar calcinado y salvaje capaz, sin embargo, de ofrecer grandes sorpresas. El Kalahari es el hogar de los peque?os hombres del desierto, de los ¨²ltimos n¨®madas: los bosquimanos. Y un para¨ªso para todos los aficionados a la fauna y la flora. Tierra de leones y guepardos, chacales y gacelas, interminables reba?os de ?us y kilom¨¦tricas migraciones de aves.

En estas austeras tierras amarillas destaca la presencia de unos peque?os y t¨ªmidos cazadores: las mangostas amarillas. Animales muy sociables, viven en grupos de hasta 50 individuos, con los que construye grandes madrigueras subterr¨¢neas, y es capaz de realizar batidas de caza en grupo. Bajo el sol del Kalahari, documental de 52 minutos de duraci¨®n, ha sido rodado en el parque nacional Gemsbok por un equipo de Paneikon en asociaci¨®n con la RAI italiana, la televisi¨®n de Nueva Zelanda y la National Geographic Society. Las c¨¢maras entran en las viviendas subterr¨¢neas de estos animales, unos complejos laberintos con c¨¢maras, pasillos y despensas, y capturan im¨¢genes de sus presas y de sus enemigos. Las mangostas, que capturan animales tan peligrosos como los escorpiones y las serpientes venenosas, son uno de los bocados favoritos de las grandes ¨¢guilas. La llegada de las lluvias, uno de los momentos m¨¢s atractivos del documental, devuelve a la vida a una regi¨®n agonizante. Los seis miembros de la familia de mangostas reciben el agua con aut¨¦ntico placer, y se disponen a iniciar un nuevo ciclo vital.