Un ni?o italiano de 8 a?os, violado reiteradamente por su madre y su compa?ero, sus bisabuelos y otros parientes
Los incestos infantiles eran un 'timbre' de la familia, de la burgues¨ªa de Mil¨¢n
Un ni?o de ocho a?os ha sido violado durante largo tiempo por su madre, el compa?ero de ¨¦sta, el de su t¨ªa, sus bisabuelos, septuagenarios y otros miembros de la familia. La historia no ha sucedido en el profundo sur, ni en un ambiente degradado o marginal, sino en Mil¨¢n, y en el ¨¢mbito de una familia de la burgues¨ªa media con estudios universitarios.Hay algo de horror gen¨¦tico en la historia de este ni?o, al que la polic¨ªa ha llamado Leonardino para los medios de comunicaci¨®n; gen¨¦tico porque ya sus bisabuelos, en su infancia, fueron sometidos a abusos sexuales por parte de sus padres, tatarabuelos de la peque?a v¨ªctima.
Los profesores de Leodardino, que iba normalmente al colegio, dec¨ªan que era un ni?o inteligente y despierto. Pero ya hace unos meses, cuando su historia empez¨® a salir a la luz, hab¨ªan observado trastornos de comportamiento, algunas man¨ªas erotizantes que le llevaban a buscar contactos estrechos de tipo sexual con sus compa?eros de ambos sexos. Y llamaron a su madre. En presencia de ¨¦sta, el ni?o, entonces de siete a?os, ten¨ªa una actitud extra?a. Leonardo fue separado de su familia y metido en una instituci¨®n, bajo observaci¨®n de especialistas.
Fue dif¨ªcil que hablara. Prob¨® primero una polic¨ªa, pero el ni?o no dijo palabra, sinti¨¦ndose quiz¨¢ cohibido porque ten¨ªa la edad de su madre. Consigui¨® hacerle hablar un inspector, que se hab¨ªa encontrado con m¨¢s de 50 casos de violencia sexual sobre ni?os en un solo a?o. A ¨¦l fue a quien Leonardino, entre verguenza y temor, confi¨¦ que la edad de la inocencia se le hab¨ªa terminado demasiado pronto, visto que en el verano de 1993, cuando acababa de cumplir seis a?os y estaba de vacaciones en la monta?a, en casa de sus bisabuelos, ¨¦stos le obligaron a las primeras relaciones sexuales.
Cinco adultos empezaron a perpetrar sistem¨¢ticamente contra ¨¦l lo que alg¨²n peri¨®dico italiano ha calificado como estupro de familia, a perpetuar la tara hereditaria del incesto infantil ejercida como un ritual durante cuatro generaciones. Una historia alucinante que la polic¨ªa ha escuchado, comprobado y verificado durante seis meses, hasta llevar a la c¨¢rcel a la madre del ni?o, a su compa?ero y al compa?ero de su t¨ªa quien, por cierto, estaba tambi¨¦n acusado de actos libidinosos con la hija de su pareja, de la misma edad que Leonardino.
Todos ellos est¨¢n encarcelados en r¨¦gimen de aislamiento, para evitar reacciones del resto de los presos. Los bisabuelos, septuagenarios han sido denunciados, pero no detenidos. Ellos han contado a los investigadores que la violencia sexual contra los ni?os era un timbre de familia.
La psic¨®loga Maria Rita Parsi, que ha estudiado numerosos casos de estupros infantiles, asegura que de cada 10 ni?os, tres o cuatro han sufrido manipulaciones de distinto tipo dentro del ambiente familiar, y que cuando un adulto viola a un ni?o es casi siempre porque a ¨¦l le han hecho lo mismo de peque?o: "Lo repite para no tener que encontrarse ante el horror de tener que juzgar a sus familiares por sus gestos, por miedo a encontrarse solo. Parsi cuenta el caso de una ni?a metida en la prostituci¨®n por su madre. La ni?a escrib¨ªa que su madre era buena y que la quer¨ªa mucho. La polic¨ªa ha liberado a Leonardino de la esclavitud perversa de su familia. Pero nadie podr¨¢ devolverle una infancia que se le termin¨® a los seis a?os.
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