Estados Unidos prepara medidas para limpiar a 'basura' de las autopistas de la informaci¨®n

La censura llega a las autopistas de la comunicaci¨®n. Todo aquello que se considere "material obsceno, l¨²brico, lascivo, asqueroso o indecente" y que se transmita a trav¨¦s de las redes de la comunicaci¨®n electr¨®nica -internet y otras- podr¨ªa ser castigado con multas de hasta 100.000 d¨®lares (13 millones de pesetas) y dos a?os de c¨¢rcel, si sale adelante una propuesta incluida en las nuevas normas que regular¨¢n las telecomunicaciones en EEUU.

A pesar de las cr¨ªticas sobre la intromisi¨®n en la vida privada que supondr¨ªa la censura, los senadores del Comit¨¦ de Comercio no dudaron en incorporar al proyecto de ley -que todav¨ªa debe discutirse en el Senado y acomodarse al proyecto que apruebe la C¨¢mara- el texto. redactado por Jim Exon, un dem¨®crata de Nebraska que no quiere que se le malinterpete: "No trato de convertirme en un supercensor", ha declarado a The New York Times. Y explica: "Lo que me preocupa es la posibilidad de que los chicos puedan tener acceso a material pornogr¨¢fico a trav¨¦s de sus ordenadores".La profusi¨®n de material "asqueroso o indecente" en el espacio cibern¨¦tico ya ha sido advertida hace meses por los usuarios de Internet, que tienen a su disposici¨®n un men¨² elaborado por Playboy y otro por Penthouse. Adem¨¢s de los mensajes personales que tienen que ver con el sexo, en la navegaci¨®n electr¨®nica es posible encontrar tambi¨¦n puertos m¨¢s rec¨®nditos, como el llamado S¨®lo para sus ojos, con ofertas variadas de toda la gama de actividades y conversaciones de tipo sexual.

Las empresas que act¨²an como gu¨ªas dentro de Internet y ofrecen servicios e informaci¨®n a cambio de una cuota mensual, como America OnLine, Compuserve y Prodigy, han recibido con preocupaci¨®n la noticia del proyecto de ley, por la posibilidad de que se les declare responsables subsidiarios de un material que no pueden controlar.

Los grupos defensores de los derechos civiles creen que la aprobaci¨®n de la ley supondr¨ªa un atentado contra las garant¨ªas constitucionales que tienen que ver con la libertad de expresi¨®n y advierten sobre las dificultades legales y t¨¦cnicas para controlar las telecomunicaciones electr¨®nicas.