Harnoncourt expresa su odio a los espect¨¢culos de masas para difundir la m¨²sica cl¨¢sica
El director de orquesta defiende el cambio que Mortier est¨¢ haciendo en Salzburgo
"Los odio", dice Nikolaus Harnoncourt refiri¨¦ndose a los espect¨¢culos de masas como el de los tenores Pavarotti, Domingo y Carreras. "Cierran los o¨ªdos en vez de abrir los", a?ade el director de orquesta, que acaba de actuar en Madrid con la Sinf¨®nica de Viena, una agrupaci¨®n en la que fue chelista durante 17 a?os. Harnoncourt, que dirigi¨® La coronaci¨®n de Popea, de Monteverdi, en Salzburgo, es partidario de los cambios puristas que est¨¢ haciendo G¨¦rard Mortier en ese festival, "abri¨¦ndolo a otros estilos, y no s¨®lo de m¨²sica, sino tambi¨¦n de teatro o arquitectura".
A Nikolaus Harnoncourt una aficionada le pidi¨® ayer en Madrid la lista de sus compositores favoritos. Y ¨¦l, que tiene fama de exquisito y cuando se pone serio adopta un aspecto temible, contest¨® con una sonrisa: "Bach, Mozart, Schubert, Monteverdi, Beethoven, Mendelssohn, Schumann... La lista ser¨ªa muy larga y siempre se va a quedar alguno fuera".En sus declaraciones, Harnoncourt transmite el carisma discreto de las personas especiales, y demuestra lo mismo su pasi¨®n -"Monteverdi es un equvalente a Miguel ?ngel, y sus obras deber¨ªan reresentarse continuamente"- que su capricho: "No s¨¦ si es buena la m¨²sica de Lully o Gluck, y si es buena, no la entiendo". Parece dominado por un af¨¢n de perfecci¨®n. "Dej¨¦ de tocar el violonchelo cuando ten¨ªa 60 a?os, har¨¢ cinco o seis a?os.. No quiero tocar mal, y para hacerlo bien tendr¨ªa que ensayar diariamente y no tengo tiempo". El eclecticismo le lleva a admirar lo mismo a Berio que a Gerswhin y el puntillismo le sale de forma natural cuando declara que hay "inflaci¨®n de vibrato" en las orquestas actuales.
Luego desarrolla la idea: "Las orquestas de la anterior generaci¨®n eran coloristas, ten¨ªan mil timbres diferentes ahora todas se parecen entre ellas. La Sinf¨®nica de Viena, que es una orquesta ideal para los grandes maestros vieneses, converge con las dem¨¢s en la inflaci¨®n de vibrato, que antes se dosificaba y que ahora ha perdido su valor expresivo por el abuso. Al mismo tiempo, hay que decir que la joven generaci¨®n de m¨²sicos es m¨¢s abierta y flexible a los cambios de aproximaci¨®n de los directores".
El nombre de Nikolaus Harnoncourt est¨¢. relacionado con el Concentus Musicus de Viena, grupo que fund¨® en 1953. Ha sido denominado "jefe espiritual de la revoluci¨®n barroca" y sus investigaciones y experiencias orquestales con instrumentos originales le llevan, y en ello volvi¨® a insistir ayer, a huir de cualquier dogmatismo. De ah¨ª que considere una opini¨®n pasada de, moda la de que en la m¨²sica antigua se refugian m¨²sicos sin categor¨ªa.
Explica que en los a?os treinta eran sobre todo aficionados los que utilizaban instrumentos originales, por lo que les sacaban un sonido pobre: "Mi prop¨®sito con los instrumentos antiguos fue desde el principio lograr el mismo nivel interpretativo que con los instrumentos antiguos modernizados". Harnoncourt cuenta que cuando era violonchelista no pod¨ªa desentra?ar con un instrumento moderno las suites de Bach, y pone el ejemplo de Monteverdi para decir que ser¨ªa "dificil¨ªsimo, casi imposible", interpretarlo con instrumentos actuales. "El de los instrumentos antiguos ya no es un campo en el que puedan refugiarse los m¨²sicos mediocres", afirma.
Las cantatas de Bach
Harnoncourt, en colaboraci¨®n con Gustav Leonhardt, es autor de la grabaci¨®n completa, de las cantatas de Bach, trabajo en el que emple¨® dos d¨¦cadas. Pero no se qued¨® en el barroco para las grandes empresas, y tambi¨¦n grab¨® todas las sinfon¨ªas de Beethoven y Schubert.
De Monteverdi, hizo discos de sus ¨®peras dos veces, la segunda con motivo de su representaci¨®n en Z¨²rich con escenograf¨ªa de Jean-Pierre Ponnelle: "Fue Ponnelle y la experiencia de la escenograf¨ªa la que me hizo recorrer ese abismo", ha dicho refiri¨¦ndose a las grandes diferencias entre ambas series de grabaciones.
Respecto a las cantatas cuyo disco recopilatorio, Aires de gloria: lo mejor de las cantatas, ha vendido en Espa?a m¨¢s de 50.000 ejemplares, el m¨²sico piensa que es una de las cosas m¨¢s importantes que ha hecho en su vida. "Fue una aventura hacia un mundo desconocido", dice sobre Bach.
Y con esa aventura relaciona Harnoncourt el inesperado ¨¦xito de ventas del canto gregoriano en estos tiempos. "En una ¨¦poca de secularizaci¨®n la gente est¨¢ hambrienta de espiritualidad", se?ala. "Y eso es lo que se busca en el arte. Cuando alguien escribe un poema ese acto tiene que ver con la trascendencia, con la religi¨®n, aunque no se diga porque no se lleva decirlo. Lo mismo ocurre con la m¨²sica. El canto gregoriano es el espejo de una ¨¦poca convulsa, representa la b¨²squeda de misterio, no tiene principio ni fin".
Babelia
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