Giscard arremete contra la falta de ideas de los candidatos al El¨ªseo

El ex presidente franc¨¦s Val¨¦ry Giscard d'Estaing tiene una opini¨®n muy negativa sobre la actual campa?a electoral. No hay ideas ni debate, no se habla de Europa ni del futuro ni se afronta seriamente el problema del paro. Admite, descorazonado, que "la historia de Francia es una cadena de revoluciones e inmovilismos, ajena a la reforma", y que "los franceses s¨®lo aceptan cambios cuando est¨¢n en desgracia".

"Al parecer, un 12% de desempleo no es, como yo cre¨ªa, desgracia suficiente para empujar hacia el cambio a los actuales candidatos", dijo ayer, durante un almuerzo con un grupo de periodistas. Giscard, que renunci¨® a la candidatura por su ¨ªnfima cota en los sondeos, ha dado discretas muestras de apoyo al favorito, Jacques Chirac, y coincide en algunos puntos, como el de recortar el mandato presidencial de siete a cinco a?os, con el socialista Lionel Jospin. S¨®lo ?douard Balladur, al que evita nombrar, parece suscitar su total rechazo.Es Balladur el culpable de haber gobernado, durante los dos ¨²ltimos a?os, con el ¨²nico objetivo de contentar a todos y preparar su candidatura sin preocuparse apenas por la reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico. "A estas alturas, me parece ya completamente imposible que Francia pueda estar en el grupo de cabeza de la Uni¨®n Monetaria en 1997% afirm¨® ayer Giscard. "Es lamentable que el Gobierno no se haya molestado en responder a las propuestas de la CDU

[Uni¨®n Cristiana Democr¨¢ticaalemana, a la que pertenece el canciller Kohl] sobre la construcci¨®n europea y que la actual presidencia semestral francesa vaya a ser tiempo casi perdido".

El primer ministro candidato, cada vez m¨¢s lo segundo y menos lo primero, encama indudablemente el "inmovilismo fatal" que Giscard denuncia en la actual sociedad francesa. Pero el inmovilismo que impera en la campa?a puede estar muy relacionado con la evoluci¨®n del electorado. Todos los candidatos han descubierto que los pensionistas son la principal fuerza a conquistar: 11 millones de franceses, una cuarta parte de los electores, tienen m¨¢s de sesenta a?os. No es sorprendente que en ese segmento de la sociedad domine Balladur, con un 39% de la intenci¨®n de voto en los sondeos.

Pensiones en alza

Pero Chirac no quiere perder pie y promete aumentos por encima de la inflaci¨®n para las pensiones m¨¢s bajas, mientras el comunista Robert Hue ofrece un incremento autom¨¢tico de 600 francos (unas 15.000 pesetas) mensuales para todas las pensiones. El socialista Lionel Jospin, por su parte, pide a los jubilados que se "liberen del miedo al cambio, del miedo a perder sus pensiones, totalmente injustificado, y apuesten por el futuro".

El ¨²ltimo tramo de la primera campa?a, la que conduce a la votaci¨®n que el d¨ªa 23 dejar¨¢ frente a frente a s¨®lo dos candi datos, parece condenado a disputarse en un palmo de te rreno. Chirac sigue en cabeza, en torno al 24%, y Jospin y Balladur, en torno al 22%, se disputan la segunda plaza. Jospin admite: "S¨®lo llegando a la segunda vuelta, y rompiendo as¨ª el duelo personal Chirac -Balladur, se podr¨¢ hablar de programas, y los socialistas tendremos nuestra oportunidad". Pero hace falta llegar. Y Balladur no cede.