Redada contra la secta sospechosa del atentado con gas mortal en Tokio
La polic¨ªa japonesa, sometida a una fuerte presi¨®n popular por su incapacidad para esclarecer el ataque con gas sar¨ªn en el metro de Tokio, ha lanzado una espectacular redada por iodo el archipi¨¦lago en la que 30.000 agentes investigaran las 24 instalaciones que posee La Verdad Suprema, la secta religiosa sospechosa, seg¨²n las autoridades, del atentado que cost¨® la vida a 11 personas e intoxic¨® a m¨¢s de 5.400.Hasta el jueves, las fuerzas del orden hab¨ªan detenido a m¨¢s de 90 miembros del grupo religioso, cuyo l¨ªder, Shoko Asahara, contin¨²a en. paradero desconocido. La polic¨ªa detuvo en pleno centro de Tokio y en medio de una gran expectaci¨®n -con c¨¢maras de televisi¨®n en directo, reporteros y un amplio despliegue de helic¨®pteros y agentes- al ministro de Construcci¨®n de la secta, Kiyohide Nakata.
La localizaci¨®n de Nakata no fue muy laboriosa, ya que unos minutos antes hab¨ªa aparecido en directo, junto con otro directivo de la secta, en un programa de la cadena de televisi¨®n Asahi, en cuyo aparcamiento fue abordado por la polic¨ªa: Nakata formaba parte de un comando que obligaba a los adeptos arrepentidos a regresar por la fuerza a los templos de La Verdad Suprema. Nakata, a quien la polic¨ªa de Nagoya conoc¨ªa por su pasado de yakuza (mafioso), extorsion¨® y amenaz¨® a varios disc¨ªpulos que abandonaban la secta.
Seg¨²n fuentes policiales, Nakata exigi¨® cientos de miles de yenes a un industrial de Nagoya (al sur de Tokio) y solicit¨® de un antiguo compa?ero de los bajos fondos una pistola. Nakata ingres¨® en La Verdad Suprema durante su estancia en prisi¨®n en 1987. Posteriormente se encarg¨® de la construcci¨®n de varios edificios de la secta.
Las autoridades, incapaces hasta el momento de encontrar un v¨ªnculo directo entre la secta y el atentado contra el metro de Tokio, pese a la existencia de numerosas pruebas circunstanciales, se han visto obligadas a detener a algunos destacados directivos de La Verdad Suprema por delitos menores, como la carencia del certificado de inspecci¨®n t¨¦cnica de sus veh¨ªculos o el supuesto robo de una bicicleta.
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