DE TAL PALO, TAL ASTILLA

Hikari O¨¦, un japon¨¦s disminuido de 31 a?os que no sabe hablar, leer ni escribir, se expresa a trav¨¦s del piano. Lo notable del caso es que su minusval¨ªa no ha sido ¨®bice para que sus composiciones, de un estilo suave y meditativo, hayan sido uno de los ¨¦xitos de este a?o. Sus ventas alcanzan ya casi los 200.000 compactos, todo un bombazo en su pa¨ªs. Hikari re sulta ser el hijo del premio No bel de Literatura del a?o pasa do, Kenzaburo O¨¦, cuyo ¨²ltimo libro trata precisamente de su hijo disminuido: en ¨¦l confiesa sus remordimientos por haber lo descuidado mientras ¨¦l viaja ba constantemente por Europa. Pero, a pesar de sus negligencias, parece que la gen¨¦tica fue m¨¢s poderosa y, como reza el dicho, de tal palo, tal astilla. Sin rodeos, el insigne escritor describe la m¨²sica que compone su hijo de una forma, po¨¦tica como "oraciones sin palabras", y confiesa "estar maravillado ante los resultados". Hace poco, su m¨²sica se lanz¨® al mercado alem¨¢n; elogiado por la compa?¨ªa alemana de discos Deutsche Grammophon, recibi¨® una comparaci¨®n no menos lisonjera por el director de la casa discogr¨¢fica japonesa De non al afirmar que "su estilo si gu¨¦ la l¨ªnea de la m¨²sica compuesta por Bach, Mozart y Schumann". Pr¨®ximamente aparecer¨¢ en Suiza y Francia, y se auguran similares perspectivas.- ,