Berlusconi se diluye
LA SEGUNDA vuelta de las elecciones provinciales y municipales ha dejado en evidencia la primera gran derrota del proyecto pol¨ªtico de Berlusconi. Las afirmaciones del cavaliere atribuyendo los malos resultados de la primera vuelta a las complejidades de la ley electoral y anunciando un avance sustancial en la segunda han sido. rotundamente desmentidas por el electorado. Ha ocurrido exactamente lo contrario. El centro-izquierda conquista 19 de los 24 ayuntamientos de capitales de provincia en juego y 46 de las 54 presidencias de provincia que deb¨ªan decidirse. Era dif¨ªcil imaginar mayor contundencia en el fracaso de la iniciativa de Berlusconi.El voto de los italianos ha sido extremadamente pol¨ªtico. La campa?a de Berlusconi basada en el miedo al fantasma cormunista ha fracasado. El Partido Democr¨¢tico de la Izquierda (PDS) se ha asentado ya como una formaci¨®n con imagen propia, al margen de las campanas sobre un pasado del que se ha distanciado con claridad. Hoy ya tiene una capacidad real de alianza con grupos del centro, en concreto con los democristianos que figuran en la misma candidatura, los partidarios de Mario Segni y en el Norte, con la Liga, que ha roto ya su alianza con Berlusconi.
As¨ª, se ha perfilado en estas elecciones provinciales y locales una alianza de centro-izquierda, que no s¨®lo ha derrotado al polo de derechas mayoritario en muchas regiones desde hace tiempo, sino que prefigura las nuevas posibilidades para el gobierno de Italia que se pueden presentar despu¨¦s de las futuras elecciones generales. La creaci¨®n del PDS fue en su d¨ªa desacreditada -Anguita lo hizo en Espa?a- como un intento de camuflaje y traici¨®n a principios comunistas, que dar¨ªa escaso resultado.
Esa visi¨®n caricaturesca ha sido desmentida por la realidad. La izquierda democr¨¢tica, libre del lastre que la historia impone necesariamente a los comunistas y a aquellos que aun amagan fidelidad a sus principios no democr¨¢ticos, recoge hoy la cosecha de su transformaci¨®n sincera. El PDS, miembro de, la Internacional Socialista, se hace con gran parte de los votos del Partido Socialista Italiano, hoy disuelto despu¨¦s de las grav¨ªsimas acusaciones judiciales contra Craxi. Pero adem¨¢s se convierte en n¨²cleo de la alternativa de centro-izquierda.
Con estos resultados en la consulta municipal y provincial empiezan a perfilarse las pr¨®ximas etapas de la pol¨ªtica italiana: el 11 de Junio est¨¢n convocados los referendos sobre el futuro de las televisiones privadas, que deber¨ªan preparar una mayor equidad en la utilizaci¨®n y acceso a los medios de informaci¨®n masiva. Berlusconi puede espetar ya un fuerte rev¨¦s al monopolio de hecho de que disfruta actualmente' en la televisi¨®n italiana. Ir a unas elecciones generales sin modificar esa situaci¨®n de privilegio de Berlusconi era una injusticia y deformaba la consulta. Eso es evidente. Por ello, el 11 de junio debe ser una fecha importante para la construcci¨®n de un sistema de acceso al medio audiovisual m¨¢s equitativo para la campa?a. electoral y la vida pol¨ªtica posterior.
Pero Berlusconi ha sufrido su mayor derrota en el intento de imponer una convocatoria inmediata de elecciones legislativas sin tiempo de aplicar la citada reforma en el sistema de informaci¨®n. Al perder consecutivamente en las dos vueltas de la consulta provincial y municipal, Berlusconi ha perdido toda fuerza.pol¨ªtica y Moral para pedir unas elecciones inmediatas. ?stas parecen ya descartadas. Y con el tiempo se disipan las posibilidades de Berlusconi de retornar triunfalmente. Italia habr¨¢ de prepararse para unas elecciones generales en torno al mes de octubre. Y hay posibilidades de que, tras los fuegos fatuos del mago Berlusconi, emane de ellas un sistema de partidos relativamente estable, una mayor¨ªa razonable y un pa¨ªs de pol¨ªtica previsible. No es poco.
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