Los n¨²meros consolidan la prueba en Catalu?a
53.000 espectadores y 500 millones de recaudaci¨®n, cifras r¨¦cord
Objetivo cumplido. En Montmel¨® se reunieron ayer 53.000 espectadores, - y los organizadores del gran premio se dieron por satisfechos. La cifra supone el r¨¦cord de asistencia a la f¨®rmula 1 en Montmel¨® y una recaudaci¨®n superior a los 500 millones de pesetas.
"Los n¨²meros consolidan el Gran Premio de Espa?a en el circuito de Catalu?a", . coment¨® Albert Agust¨ª, el director de la instalaci¨®n, satisfecho sobre todo por el aumento de la preventa en el extranjero. Unos 12.00Tespect¨¢dores de los que ayer presenciaron la prueba llegaron de otros pa¨ªses-, y destac¨® el n¨²mero de franceses: 7.000. Tambi¨¦n fue importante para la organizaci¨®n el hecho de que se agotaran las localidades de tribuna.
Esta vez hasta el tiempo acompa?¨®, pues el buen d¨ªa posibilit¨® la presencia de los indecisos de ¨²ltima hora. Incluso el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, que visit¨® el circuito acompa?ado del ministro de Educaci¨®n., Gustavo Su¨¢rez Pertierra, opin¨® sobre el ¨¦xito de p¨²blico: "Ha venido m¨¢s gente que nunca", dijo Pujol, "y estamos muy orgullosos porque vemos que la construcci¨®n del circuito fue una buena decisi¨®n".
Otros pol¨ªticos estuvieron en Montmel¨®. Los que m¨¢s se dejaron ver fueron los alcaldables de Barcelona Pasqual Maragall y Enrique, Lacalle. Tambi¨¦n asistieron al Gran Premio de Espa?a numerosos directivos de las marcas de coches relacionadas con la competici¨®n, que aprovecharon su estancia en Barcelona paravisitar el Sal¨®n del Autom¨®vil.
Satisfacci¨®n en Renault
El presidente de Renault, Louis Schweitzer, disfrut¨® por las dos primeras posiciones de los Benetton equipados con motores de su marca, aunque viviera la carrera junto a Frank Williams, propietario de la escuder¨ªa derrotada ayer, que tambi¨¦n utiliza propulsores de la firma francesa.
Un a?o m¨¢s, la f¨®rmula 1 desparram¨® todo su lujo y su esnobismo en Montmel¨®. Volvi¨® a demostrarse que esta competici¨®n vive de su imagen, del envoltorio, porque el producto, a secas, con carreras sopor¨ªferas como la de ayer, dif¨ªcilmente podr¨ªa sobrevivir.
Para mantener todo etesplendor y el glamour de la f¨®rmula casi ni importa lo que, ocurra en la pista. Para eso ya est¨¢ el paddock-club, un restaurante terraza de lujo que vende sus bonos a
120.000 pesetas la unidad. Est¨¢n tambi¨¦n los camiones lustrosos y relucientes de los distintos equipos y los garajes recubiertos de, moqueta, m¨¢s cercanos a la NASA que al taller mec¨¢nico de la esquina. Est¨¢n incluso las topmodels, y entre ellas la checa Eva Herzigova, famosa, por prestar su busto a la firma Wonderbra, que se pase¨® durante el fin de se mana junto a las gentes del equipo Benetton.
Y toda la parafernalia de la f¨®rmula 1 tiene tambi¨¦n su mercado en el exterior del circuito, por donde transitan los miles de aficionados que no tienen el privilegio de disponer del pase m¨¢gico para penetrar en el interior del mundo de sus sue?os. Es ¨¦se un mercado con decenas de ten deretes en los que el malogrado Ayrton Senna, ex campe¨®n del mundo fallecido en un accidente, todav¨ªa es el que produce mayor negocio. S¨®lo el mito rojo de Fe rrari le iguala. Una r¨¦plica del casco de Senna cuesta casi 100.000 pesetas, una cazadora 25.000 y un para sol con el cavallino rampante de Ferrari est¨¢ en 4.000. Los objtos m¨¢s asequibles son los simples adhesivos, que se cotizan en tre 200 y 500 pesetas; las gorras, a 2.000, y las camisetas, entre 2.500 y 4.000.
La f¨®rmula 1 atrajo tambi¨¦n al circuito a alguno de los mejores pilotos del mundo de moto ciclismo, entre ellos Alberto Puig, vencedor del Gran Premio de Jerez de 500cc, que ayer consigui¨® el puesto n¨²mero 11 en la Supercopa Porsche. Puig consigui¨® quedar dos puestos por delante de su jefe, Sito Pons. Sito, que hab¨ªa salido el ¨²ltimo en la parrilla de salida, remont¨® tres puestos en una carrera disputada en 17 vueltas y ganada por el franc¨¦s Emma.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.