Bernard Tapie; condenado a dos a?os de c¨¢rcel
El cometa Tapie se estrell¨® ayer. Un tribunal de Valenciennes (norte de Francia) puso fin a la mete¨®rica carrera de Bernard Tapie con una condena a dos a?os de c¨¢rcel, uno de ellos en firme, por corrupci¨®n y soborno de testigos. Fue el ep¨ªlogo al partido de f¨²tbol oscuro y sin trascendencia que disputaron, el 20 de mayo de 1993, el Ol¨ªmpico de Marsella y el Valenciennes. Tapie, que presid¨ªa el Ol¨ªmpico, intent¨® arreglar el resultado para que sus jugadores, que hab¨ªan de jugar seis d¨ªas despu¨¦s la final de la Copa de Europa contra el Milan, pudieran afrontar el encuentro con la Liga ya ganada. El Ol¨ªmpico se llev¨® el trofeo. Hoy, sancionado, malvive en la Segunda Divisi¨®n.
Acabado por quiebra el Tapie empresario, acabado por inhabilitaci¨®n el Tapie pol¨ªtico, acabado por sanci¨®n deportiva el Tapie futbol¨ªstico, s¨®lo quedaba por caer el ciudadano libre. Y ayer cay¨®. No por sus fraudes fiscales o sus trapisondas financieras, a¨²n por juzgar, sino por arreglar un partido en el que su equipo, el Ol¨ªmpico, s¨®lo se jugaba asegurarse matem¨¢ticamente un t¨ªtulo de Liga que ten¨ªa en el bolsillo en cualquier caso. El caso Ol¨ªmpico-Vaienciennes comenz¨® el 20 de mayo de 1993, unos minutos antes de que el ¨¢rbitro silbara el inicio del encuentro. El libero del Valenciennes, Jacques Glasmann, confes¨® a los directivos de la entidad que un jugador del Marsella, Jean-Jacques Eydelie, hab¨ªa propuesto un "arreglo ". Dos delanteros del Valenciennes, Christophe Robert y el internacional argentino Jorge Burruchaga, aceptaron el trato.Los directivos del Valenciennes dejaron que se jugara el partido y, seis d¨ªas despu¨¦s, la final en la que el Marsella obtuvo el mayor ¨¦xito en la historia del f¨²tbol franc¨¦s. Entonces denunciaron el caso ante las autoridades deportivas y los tribunales. El 23 de junio de 1993, la polic¨ªa encontr¨® casi cinco millones de pesetas enterrados en el jard¨ªn de Christophe Robert. Eran su parte del soborno. Robert y su esposa fueron procesados por corrupci¨®n pasiva. Un mes m¨¢s tarde fueron igualmente procesados Burruchaga, Eydelie y el director general del Ol¨ªmpico, Jean-Pierre Bern¨¦s. El 10 de febrero, por fin, fue procesado Tapie.
Por entonces, el Ol¨ªmpico, sus directivos y los jugadores implicados ya hab¨ªan sufrido una primera sanci¨®n deportiva. En julio, la sanci¨®n se agrav¨®. El Ol¨ªmpico fue descendido a Segunda y sus directivos inhabilitados. A partir de su procesamiento, Tapie despleg¨® un formidable abanico de embustes, que renovaba conforme quedaban desmentidos por la realidad. El dinero recibido por Robert fue, seg¨²n ¨¦l, "un pr¨¦stamo para que montara un restaurante cuando se retirara", y todas las acusaciones formaban parte de "una conspiraci¨®n". Intent¨® sobornar a Boro Primorac, el entrenador del Valenciennes, para que ¨¦ste asumiera la responsabilidad de todo el asunto. Y cuando Primorac denunci¨® el intento de soborno, Tapie afirm¨®, que jam¨¢s se hab¨ªa reunido con el entrenador. El d¨ªa de la presunta oferta a Primorac, dijo, estaba con el ex ministro y diputado socialista Jacques Mellick. La coartada acab¨® hundi¨¦ndose, y Mellick fue tambi¨¦n procesado por complicidad y perjurio.
A Tapie, ayer, no le quedaban m¨¢s excusas. Escucho impasible la sentencia. El juez impuso una pena mayor a la demandada por el fiscal, que se conformaba con 18 meses. Bronceado, m¨¢s delgado, mantuvo ante el tribunal una calma hecha de incredulidad. Luego, claramente conmocionado, volvi¨® a denunciar la supuesta conspiraci¨®n contra ¨¦l. "Ahora que los jueces se saben impunes", dijo, "van a hacer lo posible por aplastarme. Ha comenzado la tarea de destrucci¨®n total. Si pongo un pie en prisi¨®n, ya no saldr¨¦ en diez a?os. Yo no puedo estar en prisi¨®n". El eurodiputado y ex ministro no ingresar¨¢ de momento en la c¨¢rcel. Dispone. de varios d¨ªas para recurrir la sentencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.