Juan Pablo II pide un hist¨®rico perd¨®n por los da?os que la Iglesia ha causado a los no cat¨®licos

ENVIADO ESPECIAL"Hoy, yo, papa de la Iglesia de Roma, en nombre de todos los cat¨®licos, pido perd¨®n por los males causados a los no cat¨®licos en el curso de la historia turbulenta de estas gentes; y al mismo tiempo garantizo el perd¨®n de la Iglesia para los que han causado da?o a sus hijos". Con esta frase solemne, pronunciada en un llano embarrado entre Checoslovaquia y Polonia, donde los cristianos se mataban dos siglos antes de la separaci¨®n de los protestantes, Juan Pablo II marc¨® ayer un hito en la historia de la Iglesia: nunca un Papa hab¨ªa entonado un mea culpa tan concreto. El Pont¨ªfice trata, as¨ª, de relanzar el ecumenismo. Hubiera podido hacerlo antes.

Hace s¨®lo unas semanas, por ejemplo, el Papa dej¨® pasar una ocasi¨®n como el 450? aniversario del Concilio de Trento sin marcar ninguna apertura apreciable. El Pont¨ªfice se limit¨® a reiterar entonces que la Iglesia hizo cuanto pudo por evitar el cisma de Lutero, y confirm¨® el valor intr¨ªnseco de todos los dogmas definidos para combatir al protestantismo.Karol Wojtyla no quiere, pues, cambiar la historia. Su mea culpa de ayer tiene otro sentido, que, Joaqu¨ªn Navarro Valls, director de la sala de prensa de la Santa Sede, explica de este modo: "Se pide perd¨®n por la experiencia del pasado, por los choques habidos. Otra cosa es el debate teol¨®gico actual, que debe desarrollar por sus propios medios". Y a?ade Navarro: "Cuando una parte pide perd¨®n p¨²blicamente, lo normal es que la otra se sienta tambi¨¦n obligada a pedirlo".

[Las iglesias evang¨¦licas checas recibieron las palabras del Papa con satisfacci¨®n. "La canonizaci¨®n de Sarkander ha representado un serio golpe para el di¨¢logo ecum¨¦nico... Sinceramente aplaudimos el perd¨®n implorado por el Papa", declar¨® Jaroslav Pleva, presidente del Consejo de la Unidad Fraternal. "Creemos que la reconciliaci¨®n es posible en base a la tolerancia mutua"].

Seg¨²n el portavoz del Papa, su gesto tiene otro alcance: "El tema del ecumenismo sufre una aceleraci¨®n querida por el Papa", dice Navarro, que recuerda otra frase del Pont¨ªfice: "Que para el a?o 2000, si no estamos unidos, estemos siquiera menos divididos". Tambi¨¦n se?ala que, dentro de poco, Juan Pablo II publicar¨¢ una nueva enc¨ªclica dedicada al ecumenismo.

El movimiento ecum¨¦nico, una de las vertientes clave de la evoluci¨®n trazada por el Concilio Vaticano II, se ha tambaleado bajo el reinado de Karol Wojtyla. Los mayores problemas en las relaciones entre cristianos han derivado, parad¨®jicamente, de la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn y de la competencia desatada como consecuencia en Rusia y en Ucrania entre cat¨®licos y ortodoxos. La guerra en la ex Yugoslavia ha potenciado con caracteres a¨²n m¨¢s dram¨¢ticos el mismo enfrentamiento entre el Vaticano y los jerarcas ortodoxos.

Pero otra fuente de roces ha sido la intransigencia con que se ha manifestado la Iglesia en materia de moral o en asuntos doctrinales, como la oposici¨®n al sacerdocio femenino, que resultan problem¨¢ticos para muchos protestantes.

No es probable que el mea culpa de ayer anuncie un cambio en estas actitudes. As¨ª lo indica el hecho de que el Papa haya formulado su reconocimiento de responsabilidad durante la ceremonia de canonizaci¨®n de Jan Sarkander, un cl¨¦rigo silesio que, seg¨²n la Iglesia, fue ajusticiado en Olomouc "por odio de la religi¨®n", pero que para los independentistas protestantes fue un esp¨ªa polaco que colaboraba con el imperio de los Habsburgo.

Unidad de los cristianos

En una paradoja caracter¨ªstica, el Papa explic¨® durante la misa de ayer que el sentido de la canonizaci¨®n no era otro que confiar precisamente a Sarkander "la causa de la unidad de los cristianos". Navarro Valls no supo explicar el sentido de esa elecci¨®n del Pont¨ªfice, pero s¨ª estim¨®: "Parece que lo han entendido todos menos uno".

El portavoz se refer¨ªa a Pavel Semetana, cabeza de la Iglesia evang¨¦lica checa, que se neg¨® a asistir al encuentro ecum¨¦nico que el Papa presidi¨® en Praga el s¨¢bado. A la cita acudieron por primera vez tres jerarcas de la Iglesia husita y representantes de otras confesiones, incluido un hebreo.

La afluencia a la misa de ayer en la explanada del aeropuerto de Olomouc fue considerable: cerca de 200.000 personas venidas de toda la Rep¨²blica Checa, de Polonia y de Alemania para ver canonizar a Sarkander y a Zdislava di Lembert, una noble del siglo XIII dedicada a los pobres.