Encierros y amagos
Siglo y medio de arriesgados plantes de las clases trabajadoras nos contemplan. Estaban equivocados. Los encierros son como deben ser. Cortos, arropados, en el c¨®modo despacho del patr¨®n y con tel¨¦fono gratis, como el protagonizado el mi¨¦rcoles por los l¨ªderes sindicales (CESM) de la huelga de m¨¦dicos.El patr¨®n-Insalud les ofreci¨® incluso la comida, pero ellos, o no se fiaban de las viandas, o prefer¨ªan el efecto propagand¨ªstico de hacerse subir los bocadillos con poleas delante de una c¨¢mara de televisi¨®n. Contaron ellos que la ¨²nica cortapisa de movimientos impuesta por el patr¨®n-Insalud fue la de ir a los servicios de uno en uno, aunque no les impidi¨® salir y volver a entrar al encierro cuantas veces quisieran. "Toreros, toreros", les homenajeaban sus colegas desde la calle.
Apenas dur¨® 24 horas. Sus colegas del sindicato les recomendaron salir, "dadas las condiciones en que se encontraban". Y no se hicieron de rogar, pese a su compromiso manifiesto de "encierro indefinido",
El martes anterior los m¨¦dicos sindicalistas hab¨ªan hecho otro amago ¨¦pico. Por la tarde se fueron a encerrar al Insalud hasta lograr un acuerdo: parar una huelga que, seg¨²n ellos, tanto est¨¢ afectando a los ciudadanos. Media hora despu¨¦s ya estaban negociando. De madrugada aquello hab¨ªa cambiado de nombre. Era una "negociaci¨®n ininterrumpida".
En estos momentos, apoyo no les falta. Los m¨¦dicos a quienes defienden siempre han mostrado un bajo ¨ªndice de afiliaci¨®n sindical. Pero est¨¢n tan desmotivados y desesperanzados ante un techo profesional limitado en la sanidad p¨²blica que hoy prende entre ellos cualquier siembra reivindicativa. La mayor¨ªa tiene claro por qu¨¦ est¨¢ de huelga. "Estamos a pesar de la CESM [Confederaci¨®n Estatal de Sindicatos M¨¦dicos]", se oye estos d¨ªas en los hospitales.
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