Cinco estrellas, sorprendidas en su violento nacimiento
Im¨¢genes del 'Hubble' plantean nuevos misterios para la astrof¨ªsicaC. SUPLEE (TWP) Washington
El telescopio espacial Hubble ha tomado las im¨¢genes m¨¢s detalladas jam¨¢s captadas del violento nacimiento de estrellas, confirmando algunas teor¨ªas sobre los or¨ªgenes estelares, destruyendo otras y creando nuevos misterios que los astrof¨ªsicos pueden tardar a?os en explicar. Las im¨¢genes presentadas muestran cinco estrellas de tama?o ordinario, situadas en distintas regiones de la galaxia, en el proceso de formaci¨®n a partir de discos de gas y de polvo interestelar llamados discos de acreaci¨®n. Est¨¢n en las constelaciones de Ori¨®n, Tauro y Vela, en el cielo del hemisferio Sur.
Las cinco estrellas, sin embargo, muestran las mismas espectaculares caracter¨ªsticas. En contraste con la luminosidad constante y pl¨¢cida que producir¨¢n dentro de unas cuantas decenas de miles de a?os, cuando hayan acumulado suficiente masa y presi¨®n para que se inicie la fusi¨®n nuclear en su interior, estos objetos estelares reci¨¦n nacidos han sido sorprendidos por el Hubble en sus primeras etapas catacl¨ªsmicas de formaci¨®n. A medida que el gas y el polvo se precipitan en torbellinos hacia el centro de la cada vez mayor esfera protoestelar, esta materia se calienta enormemente y parte de ella sale expulsada, a cientos de kil¨®metros por segundo, hasta distancias de miles de millones de kil¨®metros.De hecho, las estrellas que est¨¢n naciendo no se ven en las fotos del Hubble, oscurecidas por las nubes de materia que las est¨¢n creando. En una de ellas, denominada HH-30, a unos 450 a?os luz de distancia, en Tauro, s¨®lo una proporci¨®n ¨ªnfima de la luz creada en el cataclismo de formaci¨®n estelar logra escapar de la nube.
Hidr¨®geno, helio y polvo
Pero lo que los cient¨ªficos pueden ver en esa imagen por primera vez es el disco de acreaci¨®n de HH-30, formado por hidr¨®geno, helio y polvo interestelar en forma de torta y de un tama?o varias veces superior al del Sistema Solar. El aspecto de este disco se ajusta a modelos te¨®ricos que hab¨ªan sido desarrollados. En la formaci¨®n de la estrella, la materia del disco protoplanetario que no resulta capturada gravitacionalmente por ¨¦sta podr¨ªa dar origen a planetas.Las im¨¢genes del Hubble muestran tambi¨¦n con gran detalle la estructura y localizaci¨®n de los chorros, cuya existencia se conoc¨ªa aunque no se hab¨ªa podido definir si se originaban en el disco de acreaci¨®n o en la misma estrella en nacimiento. Ahora se ve que se forman en el astro, o muy cerca, y que se expanden manteni¨¦ndose focalizados en un haz muy fino de origen.
Los astrof¨ªsicos explican que estos resultados plantean nuevas preguntas; por ejemplo, acerca de los chorros, que parecen producirse de modo intermitente. En la estrella HH-30 se han observado intervalos de pocos meses entre sucesivas erupciones. Tampoco est¨¢ claro a qu¨¦ se deben las oscilaciones en los chorros detectadas en HH-47, un astro en formaci¨®n a 1.500 a?os luz de distancia.
Sistema doble
Algunos te¨®ricos sugieren que puede tratarse de un sistema estelar doble y que una estrella compa?era de la que emite el chorro es la responsable de las sorprendentes oscilaciones.Tambi¨¦n se ve la interacci¨®n de los chorros con los gases intereestelares y su luminosidad debida a las ondas de choque.
A pesar de las peculiaridades, los astrof¨ªsicos han destacado que las diferencias apreciadas en estas cinco estrellas estudiadas con el Hubble son menos significativas que las similitudes que muestran acerca de los primeros pasos de la evoluci¨®n estelar.
Bruce Margon, astr¨®nomo de la Universidad de Washington, resume: "La conclusi¨®n se est¨¢ haciendo inevitable, el disco de acreaci¨®n y los chorros son algo mucho m¨¢s corriente de lo que cre¨ªamos. Es algo por lo que toda estrella tiene que pasar".
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