La ayuda econ¨®mica exterior divide a los Quince
Los 15 jefes de Estado y de Gobierno de la Uni¨®n Europea (UE) no lograron anoche en Par¨ªs desatascar los proyectos de acuerdo previstos para su ratificaci¨®n en la cumbre de Cannes, que se celebrar¨¢ a finales de mes. En una minicumbre con formato de cena convocada por el nuevo presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, con la intenci¨®n de salvar la presidencia semestral francesa de la UE, los l¨ªderes europeos afrontaron sin ¨¦xito el espinoso asunto de las ayudas financieras a distintos pa¨ªses: los europeos del Este, los mediterr¨¢neos y los ACP (?frica, Caribe y Pacifico). Los principales Estados de la Uni¨®n Europea han venido realizando una cerrada defensa de la prioridad para sus respectivas ¨¢reas de influencia.
Aunque el encuentro de Par¨ªs y la cumbre de Cannes se justifican con hermosas apelaciones a desarrollar pol¨ªticas para fomentar el empleo, como "principal prioridad", la realidad es menos elegante. La verdadera pol¨¦mica est¨¢ en el reparto de la los recursos asignados a la acci¨®n exterior de la Uni¨®n para los pr¨®ximos cinco a?os, un debate que cuelga de la defensa de las ¨¢reas hist¨®ricas de influencia -coloniales o ling¨¹¨ªsticas- y las zonas de proximidad geogr¨¢fica. No se resolvi¨®."Este asunto debe quedar resuelto antes de la cumbre de Cannes", manifest¨® a EL PA?S el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jacques Santer, antes de la reuni¨®n. Santer confiaba en que la minicumbre dar¨ªa al menos la se?al de un acuerdo de m¨ªnimos. No fue as¨ª. Fuentes de la presidencia francesa insist¨ªan en que "o habr¨¢ acuerdo sobre todo o no lo habr¨¢ sobre nada". Par¨ªs puso en este asunto toda la carne de su influencia pol¨ªtica en el asador de los pactos comunitarios. De momento, sin ¨¦xito.
La pelea surge de la confluencia de tres paquetes distintos de ayuda al desarrollo, los tres necesitados de aumento. Por un lado, el tradicional apoyo a los pa¨ªses ACP (Africa, Caribe y Pac¨ªfico), mediante el octavo Fondo Europeo de Desarrollo (FED), que debe revisarse, aunque est¨¦ a medio camino de su conclusi¨®n, para recuperar las p¨¦rdidas monetarias y de la inflaci¨®n. La discusi¨®n se centra en una cifra casi simb¨®lica, 1.300 millones de ecus, unos 200.000 millones de pesetas.Pa¨ªses ACP
Francia es la campeona de estos pa¨ªses, entre los que figuran muchos franc¨®fonos. Todos est¨¢n de acuerdo en a?adirles Africa del Sur, lo que suscita el entusiasmo de los brit¨¢nicos, menos dadivosos con el resto de pa¨ªses africanos en los que nada influyen. Pero algunos consideran que no debe tratarse a la patria de Mandela, dotada de recursos naturales, con la misma generosidad que a los tercermundistas. Alemania ha sacado en la discusi¨®n el ca?¨®n Berta del agravio, acusando a Par¨ªs de practicar un neocolonialismo, porque recibe un retorno de estos pa¨ªses -por la v¨ªa comercial y de la lengua- muy significativo.
El Gobierno franc¨¦s ha montado en c¨®lera. "Los ACP no son nuestro capricho, aportanos el 25% de los recursos y nuestro retorno es s¨®lo del 14%", argument¨® ayer su diplomacia. Est¨¢ dispuesta bloquear la fijaci¨®n de las cifras del segundo gran paquete, el de Europa del Este, la ni?a de los ojos de Bonn por evidentes razones geoestrat¨¦gicas y de infuencia econ¨®mica.
El choque francoalem¨¢n se completa con el tercer ingrediente: los pa¨ªses mediterr¨¢neos, zona de inter¨¦s preferente para los europeos del Sur, especialmente Francia y Espa?a. Aunque el Consejo Europeo de Essen estableci¨® que las ayudas al Este y al Sur deber¨ªan guardar un equilibrio y un paralelismo, los alemanes, con ayuda del Reino Unido, pretenden minimizar ese compromiso, que debe cuantificarse ya mismo. Este paquete financiero "deber¨ªa estar listo para la cumbre de Cannes, porque si se retrasase ser¨ªa quiz¨¢ interpretado como una mala se?al", subray¨® anoche el presidente espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez.
El propio Chirac se refiri¨® a estas palabras como argumento de autoridad para subrayar la necesidad de que las cifras se aprueben antes de la Conferencia Euromediterr¨¢nea de Barcelona.
Pero Bonn argumenta que la fijaci¨®n de compromisos para los pr¨®ximos cinco a?os supone atarse las manos financieramente, cuando la velocidad de los acontecimientos puede convertir r¨¢pidamente en f¨®sil toda programaci¨®n a medio plazo. Madrid alega que si no se fijan las cifras del Mediterr¨¢neo ¨¦ste quedar¨¢ marginado, por el peso de Bonn y las urgencias historias del Este, aunque anoche Gonz¨¢lez asegur¨® haber detectado "una actitud m¨¢s positiva de los alemanes", a diferencia de la brit¨¢nica.
Y la Comisi¨®n se mantiene firme en su designio de asignar cantidades por cinco a?os, "porque las perspectivas financieras de la propia UE se establecen tambi¨¦n para cinco a?os", como argument¨® ayer el propio S¨¢nter a este diario.El muro del desacuerdo
As¨ª, las propuestas de la Comisi¨®n se han estrellado en el muro del desacuerdo de los grandes pa¨ªses de la UE. El vicepresidente Manuel Mar¨ªn ofreci¨® un compromiso el pasado abril, por el cual se rebajaban ligeramente las cifras destinadas al Este y al Sur, fij¨¢ndose en 6.700 millones de ecus (1,072 billones de pesetas) para los antiguos miembros del Pacto de Varsovia, en vez de 7.000 millones de ecus (1,12 billones); y en 5.160 millones de ecus (825.000 millones de pesetas) para el Sur (en vez de 5.500 millones de ecus).
La cifra mediterr¨¢nea es enga?osa, porque no s¨®lo abarca a los pa¨ªses ¨¢rabes, sino tambi¨¦n a Turqu¨ªa y a Palestina. Pero Bonn, dispuesta a ayudar a su semicolonia turca, tiende a desentenderse del resto de la cuenca, para ellos psicol¨®gicamente lejana. El embrollo y la pasi¨®n pol¨¦mica sobre esta cuesti¨®n s¨®lo puede zanjarse con una decisi¨®n pol¨ªtica de alto nivel. Aunque Chirac anunci¨® una pr¨®xima propuesta de su presidencia al respecto, anoche no la hubo.
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