La ONU abandona las armas pesadas de Sarajevo a merced de los serbios

ENVIADO ESPECIAL, En una nueva tr¨¢gica jornada para la ciudad de Sarajevo -siete personas perdieron la vida y otras 15 resultaron heridas en un ataque serbio contra una cola de civiles que recog¨ªan agua en el barrio de Dobrinja-, el mando de la Fuerza de Protecci¨®n de las Naciones Unidas (Unprofor) anunci¨® ayer ?inesperadamente la retirada de todos los cascos azules que vigilaban los dep¨®sitos de armas pesadas de los alrededores de la ciudad, en zona controlada por los serbios.

La ONU no s¨®lo renuncia a la vigilancia de esas armas y deja sin efecto el ultim¨¢tum de la OTAN de febrero de 1993, sino que adem¨¢s permite a los hombres del l¨ªder serbobosnio, Radovan Karadzic, rearmarse en un momento en el que son hostigados por la Armija bosnia (de mayor¨ªa musulmana). A los 16 meses de aquel envite de la comunidad internacional, los radicales serbios de Bosnia-Herzegovina vuelven a disponer de todas sus armas pesadas, las m¨¢s da?inas, para Sarajevo."Dejamos 24 observadores en dos puestos y tenemos adem¨¢s el batall¨®n ruso en Gbravica, eso es todo lo que habr¨¢ en zona serbia", asegur¨® un portavoz de Unprofor. Este neg¨® rotundamente que la retirada de los cascos azules de los dep¨®sitos represente un cambio sustancial. "Antes ten¨ªan la misma facilidad para sacar las armas de all¨ª", asegura al reconocer el nulo papel representado por Unprofor en la vigilancia de los arsenales, unas 300 armas en total, con las que los finos artilleros de Karadzic machacaban Sarajevo antes de febrero de 1993.

Esta decisi¨®n se produjo despu¨¦s de que los radicales serbios pusieran en libertad a los ¨²ltimos 26 rehenes de la fuerza internacional: 11 soldados canadienses y 15 observadores militares. Antes, no simult¨¢neamente como pretendi¨® Karadzic, Unprofor entreg¨® al Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja los cuatro soldados serbios capturados hace tres semanas en la batalla del puente de Vrbanja. Entretanto, el presidente bosnio, Alia Izetbegovic, ofreci¨® ayer un alto el fuego a condici¨®n de que los radicales serbios accedan a que se retiren todas las armas pesadas a 20 kil¨®metros de Sarajevo y se reabra el aeropuerto de la capital para vuelos humanitarios.

Desde el barriada serbia de Lukavica no se ve bien Dobrinja, un barrio bosnio pr¨®ximo al aeropuerto de Sarajevo, pero para los artilleros ¨¦se no es un impedimento. Un mapa, un cartab¨®n, cierta informaci¨®n y un mucho de pericia suplen la visi¨®n directa. Ayer hicieron diana sobre una cola de civiles arracimados en tomo a un pozo de agua donde trataban de llenar cantimploras, bidones y cachivaches. Siete muertos y 15 heridos, tres de ellos muy graves, es el macabro saldo.

La granada ca¨ªda sobre Dobrinja es la respuesta urgente al segundo ataque lanzado ayer por la artiller¨ªa bosnia sobre Pale. Aunque el proyectil estall¨® (a los dos del d¨ªa anterior les fall¨® la espoleta) en las afueras de Pale sin causar v¨ªctimas, demuestra que la Armija bosnia est¨¢ ya en condiciones de golpear incluso en la misma plaza fuerte de Karadzic.

En el frente militar, dos d¨ªas despu¨¦s de lograr avances en cuatro de los siete frentes, la Armija ha decidido activar un octavo en el este de Tuzla, en el estrat¨¦gico monte de Majevica, desde el que se domina una ruta de suministros. El objetivo de este ataque no es otro sino el centro de comunicaciones de Stolice. Unprofor pudo contabilizar en s¨®lo 40 minutos de lucha m¨¢s de 700 detonaciones.

Adem¨¢s, hubo combates en Stajiste, al sur de Sarajevo, y en el monte Igman, cuya ruta podr¨ªa abrirse ma?ana unas horas para la salida de algunos embajadores, entre ellos el franc¨¦s, que desean abandonar la capital bosnia.

[El comandante Manuel Cort¨¦s y el capit¨¢n Jos¨¦ Antonio Romero, los dos militares espa?oles que fueron rehenes de los serbobosnios, regresan hoy a la ex Yugoslavia tras disfrutar de un permiso en Sevilla. Los dos oficiales declararon a Efe que vuelven con el ¨¢nimo alto, pero conscientes del agravamiento de la guerra.]