Crecer a bombazos

Dos meses despu¨¦s del atentado de Oklahoma, el movimiento armado de extrema derecha conocido como Milicias, que cobr¨® entonces popularidad por su vinculaci¨®n ideol¨®gica con los autores de la matanza, ha experimentado, un fuerte incremento, tanto en el n¨²mero de sus militantes como en su influencia en la sociedad norteamericana. Sus dirigentes dicen que son ya millones los ciudadanos que reciben entrenamiento militar para hacer frente al Gobierno.Las Milicias han ampliado sus actividades en los Estados en que funcionan, m¨¢s de dos tercios del pa¨ªs. Las emisoras de radio que difundido en sus ideas han aumentado su audiencia. Y el propio Congreso les reconoci¨® carta de naturaleza la pasada semana al llamar a declarar a algunos de sus principales dirigentes, que se presentaron en el Capitolio con uniformes de faena.

"El n¨²mero de miembros de las Milicias se ha doblado desde nuestro informe de octubre de 1994, y ha crecido particularmente en los dos ¨²ltimos meses", afirma Abraham Foxinan, director de la Liga Antidifamaci¨®n, una organizaci¨®n jud¨ªa que vigila particularmente los movimientos de las organizaciones de cariz racista y fascista.

"Normalmente, cuando ocurre un suceso tan repugnante -como el de Oklahoma, las organizaciones que est¨¢n vinculadas a ello pierden militantes", a?ade Foxman. "En este caso estamos viendo justamente lo contrario". Timothy McVeigh y Terry Nichols, los dos ¨²nicos detenidos hasta el momento por el atentado de Oklahoma, donde murieron 167 personas por la explosi¨®n de una furgoneta bomba en un edificio federal el pasado 19 de abril, mantuvieron contactos con la Milicia Michigan.

La Liga Antidifamaci¨®n ha detectado tambi¨¦n. que las milicias est¨¢n modificando su estrategia para hacerse menos vulnerables a la polic¨ªa. Se est¨¢n dividiendo en unidades m¨¢s peque?as, a fin de evitar las filtraciones, y est¨¢n realizando m¨¢s entrenamientos clandestinos.

Ken Adaras, presidente de la Confederaci¨®n Nacional de Milicias Ciudadanas y dirigente de la Milicia Michigan, dice que los grupos integrados en su organizaci¨®n "han aumentado un 25% desde la tragedia de Oklahoma".

"Estamos creciendo r¨¢pidamente, no porque seamos violentos o repugnantes, sino porque somos americanos aut¨¦nticos tratando de recuperar nuestro pa¨ªs% asegura Adams. Seg¨²n ese l¨ªder extremista, uno de los m¨¢s, escuchados en EEUU, los medios de comunicaci¨®n, al tratar de desacreditarles, les han hecho un. gran favor. "La cobertura que ha dado la prensa ha permitido al pueblo saber qui¨¦nes somos y en qu¨¦ creemos".

Abraham Foxman calcula que el n¨²mero de norteamericanos afiliados a las Milicias podr¨ªa rondar ahora los 30.000. Ken Adams afirma que esa cifra es "un chiste" y que el n¨²mero real de miembros est¨¢ cerca de los siete millones.

"Hemos recibido un mont¨®n de llamadas desde que ocurri¨® la explosi¨®n de Oklahoma. Dos o tres personas todos los d¨ªas nos preguntan c¨®mo se pueden alistar" asegura Karl Hagard, de la Milicia Nacional de Fuerzas Especiales, del Estado de Tejas.

El senador Alan Specter, que particip¨® en las audiencias de la pasada semana sobre las actividades de estos grupos, inform¨® que existen 224 organizaciones paramilitares fuertemente armadas operando en 39 Estados Cuarenta y cinco de ellas, seg¨²n ¨¦l, est¨¢n directamente vinculada con bandas neonazis.

Uno de los extremistas que prest¨® testimonio ante el Congreso, James Johnson, que dirigi una milicia en Ohio, asegur¨® que este movimiento representa "un de las fuerzas mejor armadas sobre la faz de la tierra".

Mark Koernke, presunto cerebro de la operaci¨®n de las Milicias, afirma que existen ya 2.07 organizaciones que adiestran peri¨®dicamente a sus miembros e el uso de armas de guerra.

El FBI ha informado que todav¨ªa no dispone de cifras fiable sobre la verdadera extensi¨®n d las Milicias. Pero lo qu¨¦ pareo claro es que esos grupos han con seguido convencer a miles d norteamericanos de que existe una gran conjura internacional dirigida por las Naciones Unida y de la que forma parte el Gobierno de Bill Clinton, para privar a los norteamericanos de su tradiciones y su libertad.

Estas tereas son distribuidas cada d¨ªa por las ondas de radique cruzan el pa¨ªs de extremo a extremo. Uno de los principales propagandistas, Gordon Liddy encarcelado por su participaci¨®n en el Watergate, mantiene que la ley antiterrorista propuesta por Clinton da al FBI poder par amenazar las libertades civiles Esa ley, tambi¨¦n criticada por organizaciones democr¨¢ticas fue aprobada la semana pasada por el Senado y podr¨ªa entrar en vigor dentro de pocas semanas.