Londres saca partido en la Uni¨®n Europea a la renuncia de su primer ministro

John Major llegar¨¢ el lunes al Consejo Europeo de Cannes bajo la sospecha de la interinidad, marcado por un interrogante: ?Se precipita al vac¨ªo o reforzar¨¢ su posici¨®n? Justo el vivo contraste del empuje, la vitalidad y la iniciativa desplegada en las ¨²ltimas semanas por el anfitri¨®n de la cumbre, el flamante presidente Jacques Chirac. Pero la pol¨ªtica brit¨¢nica es tan s¨®lida, que hasta de la debilidad saca dividendos. En medios de la presidencia semestral francesa y de la Comisi¨®n Europea se palpa la inquietud a corto plazo por el desenlace de la crisis tory, y a cort¨ªsimo por la sucesi¨®n de Douglas Hurd.
Es este temor el que capitaliz¨® en la madrugada de ayer el propio Hurd en la discusi¨®n de las contribuciones para la ayuda econ¨®mica a los pa¨ªses ACP (?frica, Caribe, Pac¨ªfico)."Desde el punto de vista europeo, estamos en un per¨ªodo muy vulnerable, y seguiremos as¨ª al menos dos sernanas". As¨ª resumi¨® el impacto de la crisis brit¨¢nica sobre la Uni¨®n Europea (UE) el ministro d¨¦ Asuntos Exteriores holand¨¦s, Hans Van Mierlo, durante el c¨®nclave de Luxemburgo preparatorio de la cumbre de Cannes. Este temor a la inestabilidad y a la l¨ªnea europea que adopte el Major-II (sea el propio Major u otro, "que siempre puede ir a peor", seg¨²n un eur¨®crata) aumenta tras la dimisi¨®n de Hurd y la especie de su probable sustituci¨®n por el titular de Defensa, Malcolm Rifkind, a quien se considera menos europe¨ªsta que a Hurd.
Londres ha empezado a sacar partido de su aparente debilidad coyuntural, explotando el temor de sus socios a que la nueva situaci¨®n empeore a¨²n m¨¢s las cosas. Este factor, junto a la imperiosa necesidad francesa de desbloquear el paquete financiero para los 70 pa¨ªses ACP -en su mayor parte ex-colonias de Francia- y evitar as¨ª el fracaso de la cumbre de Cannes, fue decisivo, en la madrugada del viernes, para que el ministro franc¨¦s Michel Barnier presentase una nueva propuesta de acuerdo: los 13.300 millones de ecus (2,1 billones de pesetas) previstos para el octavo Fondo Europeo de Desarrollo (FED) quinquenal -el fondo para los ACP- se alcanzar¨ªan mediante una recomposici¨®n de las cuotas, m¨¢s la "limpieza de cajones" (dinero remanente de anteriores fondos), y a¨²n se les a?adir¨ªan 1.683 millones de cr¨¦ditos del Banco Europeo de Inversiones.
La recomposici¨®n propuesta no molest¨® a Alemania, que admiti¨®, contra su voluntad inicial, un peque?o aumento. Y rebaj¨® la cuota brit¨¢nica, de 1.700 millones de ecus, a poco m¨¢s de 1.600 millones, lo que satisfac¨ªa a Hurd, aunque a¨²n ped¨ªa mejor trato. Pero este dividendo inesperado de la crisis provoc¨® que otros pa¨ªses -Italia, los n¨®rdicos y Espa?a, a la que le tocar¨ªan 700 millones largos de ecus- considerasen que eran objeto de un agravio comparativo, ya que se les manten¨ªa o aumentaba su cuota. Y aunque la presidencia y la Comisi¨®n consideraron que esta plataforma de acuerdo ser¨¢ f¨¢cilmente aprobada en Cannes, los afectados piensan plantear batalla.
Otro de los asuntos de la cumbre en que la disidencia de Londres puede obtener frutos de sus propios fracasos es la constituci¨®n de Europol. Su oposici¨®n a que los conflictos interestatales derivados de la puesta en marcha de esta oficina de polic¨ªa europea sean dirimidos por el Tribunal de Luxemburgo ya obtuvo esta semana una cierta comprensi¨®n de los ministros de Interior de los Quince, que se mostraron dispuestos a concederle una cl¨¢usula de exclusi¨®n u opting out.
Aunque discrepasen del argumento utilizado por el Reino Unido para conseguirlo, a saber, preservar su soberan¨ªa judicial nacional, algo muy discutible cuando se trata de problemas que desbordan las fronteras y las soberan¨ªas nacionales cl¨¢sicas, como la lucha contra el narcotr¨¢fico, el terrorismo o las mafias internacionales.
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