Una Sucesi¨®n insospechada

La derrota ante Francia a?adi¨® unas gotas de escepticismo y un chorro de pesimismo a las posibilidades de Espa?a en el Campeonato de Europa y a sus perspectivas de futuro. Las cuentas le se?alan tres puertas de salida al equipo espa?ol en Atenas. El primer atajo es descorazonador: una derrota hoy contra Eslovenia, combinada con la ya m¨¢s previsible ante Rusia, har¨ªa que los jugadores espa?oles pudieran presenciar la lucha de los ocho mejores c¨®modamente ?nstalados ante el televisor de sus hogares. El segundo camino pasa por vencer a Eslovenia y acabar en un cuarto lugar del grupo B" que liar¨ªa poco menos que ut¨®pico so?ar con la clasificaci¨®n espa?ola para semifinales ya que deber¨ªa jugarse el acceso con Yugoslavia. El tercero ser¨ªa un viaje a lo desconocido y empezar¨ªa por adquirir un billete sorpresa y ganar partidos no previstos como el mencionado ante Yugoslavia o bien, los que quedan por disputar en la primera fase contra Eslovenia y Rusia.Existe un convencimiento de que no se est¨¢ exprimiendo todo el talento de cada uno de los jugadores. Es algo tangible. Por poner algunos ejemplos y empezando por los m¨¢s importantes: Herreros s¨®lo anot¨® cinco puntos contra Francia, Ferran lleva un promedio de seis puntos y dos rebotes por partido, no mucho mejor es el papel de Mart¨ªn, al que Sainz no concedi¨® un s¨®lo minuto contra Croacia mientras que Rodr¨ªguez no ha oxigenado al conductor del juego espa?ol, Laso.

No hay un ¨²nico resorte que parezca capaz de cambiar la situaci¨®n. Existen motivos end¨¦micos y que alcanzan a todos los implicados y a todas las estructuras del baloncesto espa?ol, desde la federaci¨®n hasta el seleccionador, pasando por los jugadores y por la pol¨ªtica de formaci¨®n y desarrollo de nuevos talentos. Es la selecci¨®n espa?ola una de las pocas que no ha aportado al Campeonato de Europa alg¨²n nombre nuevo, alg¨²n joven que haya desempe?ado un papel de cierta importancia.

Italia, pese a sus ¨²ltimos y sonoros fracasos (no estuvo ni en los ¨²ltimos Juegos Ol¨ªmpicos ni en el ¨²ltimo Mundial) ha confirmado como titular a Fucka, un p¨ªvot de 23 a?os, y cuenta a menudo con Abbio, un escolta de 24. Grecia ha renovado su equipo pero ha sido capaz de forzar una pr¨®rroga ante Yugoslavia y de ganar a Italia con jugadores como Sigalas (23), Alvertis (21), Economou (22) o Redzias (19). Rusia consolida nombres contrastados como Fetissov (23), Karasev (24) o Mijailov (24) y a?ade nuevos talentos como Khudelin (22) o Domani (20). Francia se ha reactivado gracias a la savia nueva: Bonato (23) y Rigaudeau (24). El ¨²nico titular realmente nuevo en Espa?a es Smith, de 31 a?os, mientras que sus jugadores m¨¢s j¨®venes -Galilea (22), Rodr¨ªguez (24) y Murcia (24) apenas han dispuesto de minutos y no han tenido un peso espec¨ªfico importante. La actuaci¨®n de Reyes (23) ante Croacia, con. 12 puntos, siete rebotes y un ¨ªmpetu encomiable, invirti¨® la tendencia negativa.

Las existencias en la Liga espa?ola no ofrecen mucho m¨¢s d¨®nde elegir. Hay algunos nombres en la sala de espera pero que tampoco garantizan ni dejan entrever prestaciones mucho mejores: Santos (23), Albert (22), Esteller (23) o Fuentes (20). Son pocos y no prometen avizorar un salto de calidad interesante.

Existe tambi¨¦n otra corriente de opini¨®n que es partidaria de vivir al d¨ªa, no supeditar nada a una hipot¨¦tica renovaci¨®n y llevar a la selecci¨®n a veteranos si han llevado a cabo una buena temporada.

Sainz, si la selecci¨®n no se clasifica entre los cuatro primeros del Europeo y por lo tanto pierde el billete para acudir a Atlanta'96 dispondr¨¢ de dos a?os para meditar en tomo a las conveniencias de su equipo y para afrontar con las mayores garant¨ªas posibles el Campeonato de Europa de 1997. Pero ni los resultados de la selecci¨®n ni el vivero de la Liga ACB aventan los rescoldos todav¨ªa calientes de la d¨¦cada de los ochenta, la mejor en la historia del baloncesto espa?ol. Se adivina una transici¨®n dif¨ªcil y una sucesi¨®n insospechada.