Detectives ecol¨®gicos investigan los cr¨ªmenes contra la fauna salvaje
?C¨®mo se enfrentar¨ªa Sherlock Holmes al misterioso caso del sombrero de piel de leopardo? Rich McDonald, agente especial de la organizaci¨®n de EE UU para la pesca y la vida salvaje (USFW, siglas en ingl¨¦s), afirma que estudiar un crimen contra la fauna salvaje es exactamente igual que investigar un homicidio."La ¨²nica diferencia es que no puede uno ir y preguntar con qui¨¦n estuvo bebiendo el leopardo la noche antes", dice. Al no tener m¨¢s pruebas que un trozo de piel, unas garras, un cuerno o una pluma, la mayor¨ªa de los delitos medioambientales no han sido perseguidos.
Pero las cosas han cambiado. El laboratorio forense de la USFW, el primer laboratorio completo de criminolog¨ªa ecol¨®gica de todo el mundo, abri¨® sus puertas en Ashland (Oreg¨®n) en 1989. En s¨®lo cinco a?os, el laboratorio se ha convertido en un poderoso instrumento en la lucha para detener el tr¨¢fico Ilegal de especies animales.
Mayor comerciante
Estados Unidos es el mayor comerciante mundial de especies animales y productos de origen animal, y representa alrededor de una quinta parte del comercio mundial, evaluado en unos 5.000 millones de d¨®lares (600.000 millones de pesetas). Una cabeza de al de especialmente grande puede venderse por 20.000 d¨®lares (unos 2,4 millones de pesetas), y una piel de tigre por 10.000 d¨®lares (unos 1,2 millones de pesetas). Cientos de especies. protegidas corren peligro debido a la voraz demanda comercial.Con un arsenal de equipos de alta tecnolog¨ªa y un grupo de qu¨ªmicos, bi¨®logos, crimin¨®logos y expertos forenses, el laboratorio determina los v¨ªnculos decisivos entre v¨ªctima, criminal y escenario del crimen. Frecuentemente, lo logra a partir de pistas que se limitan a una gotita de sangre seca.
Ken Goddard, director del laboratorio y polic¨ªa, est¨¢ orgulloso del equipo que ha reclutado: "Cualquiera de ellos podr¨ªa dirigir una importante investigaci¨®n policial para cualquier departamento de polic¨ªa de EE UU". La mitad del personal procede de laboratorios criminales de la polic¨ªa, y la otra mitad de museos y universidades.
Entre las herramientas de su profesi¨®n figuran un costoso micr¨®scopio electr¨®nico dise?ado por Scotland Yard para trabajos forenses y aparatos de rastreo de huellas digitales por l¨¢ser. "Por lo que s¨¦, no hay nada parecido a esto en ning¨²n lugar del mundo", dice Goddard. Ahora, el laboratorio ofrece sus servicios a las autoridades ecol¨®gicas de todo el mundo. Tambi¨¦n se emplea la informaci¨®n cromos¨®mica para identificar especies.
Marfil
"Nuestro trabajo ha tenido un impacto medioambienta1% dice Ed Espinoza, jefe de criminolog¨ªa. Como ejemplo, cita el trabajo del laboratorio con el marfil, Con el microscopio electr¨®nico de 250.000 d¨®lares y un transportador de ¨¢ngulos de 25 centavos, dos de los cient¨ªficos del laboratorio descubrieron una diferencia estructural entre el marfil de los elefantes asi¨¢ticos y africanos modernos (prohibido) y el de los mastodontes y mamuts prehist¨®ricos (legal). Esta distinci¨®n es crucial, porque los comerciantes de marfil ilegal han eludido la acci¨®n de la justicia afirmando que su producto era marfil de origen prehist¨®rico, que todav¨ªa se encuentra conservado en las regiones ¨¢rticas."Ya no vemos llegar marfil de elefante", dice Espinoza. Lo que ahora encuentra el laboratorio como sustituto de los colmillos de elefante es marfil sacado de dientes de hipop¨®tamos y jabal¨ªes verrugosos, legal en ambos casos.
Algunos casos que llegan al laboratorio tienen f¨¢cil soluci¨®n, como un misterioso grupo de ¨¢guilas muertas. El laboratorio descubri¨® que la Sociedad Humanitaria sacrificaba gatos enfermos con inyecciones de un farmaco, el pentobarbitol, detectado en las ¨¢guilas. Los cad¨¢veres se tiraban al vertedero de la ciudad, y las ¨¢guilas se alimentaban con ellos.
c) E Magazine-LAT.
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