Riis, el entrometido

"Porca madonna". Un exabrupto blasfemo impublicable en Italia. As¨ª reaccion¨® Eugeni Berzin, un sudoroso devorador de latas de Fanta en el asiento delantero del coche de su equipo, cuando conoci¨® el magn¨ªfico tiempo de su compa?ero de equipo Bjarne Riis. "Todo el mundo hablaba de los mismos, de Berzin, Rominger y Z¨¹lle. S¨®lo yo sab¨ªa que pod¨ªa hacerlo muy bien", dijo un Riis extra?amente ambicioso, rodeado de daneses pel¨ªn pesados que agitaban banderitas sin parar al tiempo que coreaban el nombre del corredor. "Riis ha preparado muy bien el Tour en general y esta prueba en particular. En Lieja le quit¨¦ el maillot amarillo por sorpresa pero sab¨ªa que ¨¦l estaba capacitado para esta actuaci¨®n", dijo un Indur¨¢in que ya provoc¨® alguna sonrisa de asombro cuando cit¨®, en v¨ªsperas del Tour, al veterano dan¨¦s como uno de los grandes enemigos. Y Bjarne Riis, de 31 a?os, ha cumplido con aquel pron¨®stico. Los capos del Tour le ven como un entrometido. Todos sus c¨¢lculos se han visto trastornados por su fulgurante aparici¨®n. Si no es por ¨¦l, todos se habr¨ªan declarado felices.Riis acab¨® seco -"he perdido el bid¨®n y he tenido que hacer los ¨²ltimos 20 kil¨®metros sin beber nada, pero eso no es una excusa", explic¨® el dan¨¦s- y la ¨²ltima cuesta le pareci¨® una trinchera mortal; Berzin acab¨® diciendo "qu¨¦ calor" y agotado. Indur¨¢in termin¨® esprintando en la cuesta- "he forzado a tope el ¨²ltimo kil¨®metro y lo ha pagado m¨¢s Riis que yo", dijo- y luego entr¨® en una sauna -la sala de entrevistas del Tour, 50 caldeados grados- con un maillot amarillo de mangas largas. A pocos metros, Berzin ped¨ªa ayuda para quitarse el maillot de Gewiss. Lo ten¨ªa tan pegado al sudor del cuerpo que no pod¨ªa arranc¨¢rselo.

Cada corredor dio su versi¨®n de la carrera. "He salido a tope para coger un buen ritmo en la subida inicial, que era lo m¨¢s duro", afirm¨® Indur¨¢in. "En la bajada, en cambio, no me he encontrado a gusto, no iba suelto y no me he atrevido a meter un gran desarrollo por si despu¨¦s lo pod¨ªa pagar. Luego, quiz¨¢s, me he cebado en exceso por doblar a Jalabert, y all¨ª gast¨¦ m¨¢s energ¨ªas de las necesarias, pero despu¨¦s, aunque lo llev¨¦ a rueda no me molest¨® su presencia". Rominger, que hizo de la regularidad su arma, dijo que no le hab¨ªa afectado el calor tanto como tem¨ªa. "He hecho un tiempo normal, el que esperaba. El resultado ha sido perfecto", se?al¨®. Berzin se quej¨® del calor, de un resfriado de nariz -"llevo un tiempo con tratamiento de aerosolterapia", manifest¨®- y de un catarro, que le acompa?an alternativamente desde hace dos meses. Tambi¨¦n compr¨® algo de modestia. "El recorrido no iba bien para mis caracter¨ªsticas ", indic¨®. "La primera mitad la hice muy bien, pero la segunda, muy mal ". Riis se quej¨® de falta de referencias. "No sab¨ªa que iba a hacer tan buen resultado, si no, habr¨ªa forzado m¨¢s, porque ten¨ªa energ¨ªa de sobra".

Indur¨¢in permiti¨® a sus rivales que perdieran menos de dos minutos y ¨¦stos estaban tan contentos. Aunque, Berzin el primero, todos empezaron a sumar el d¨ªa de Lieja con ayer. "Supongo que el esfuerzo del d¨ªa anterior le habr¨¢ afectado en la contrarreloj ", subray¨® Berzin. "Pero creo que no fue un error. No hay que olvidar que en Lieja nos sac¨® m¨¢s de un minuto". Indur¨¢in lo explic¨® de forma m¨¢s concisa: "Las dos etapas han sido duras, pero si sumas, el balance no est¨¢ nada mal ". "Hay que tener en cuenta", a?adi¨®, "que ya no puede haber grandes diferencias en esta contrarreloj porque los rivales ya est¨¢n hartos de que les meta mucho tiempo y se han preparado a conciencia".

La v¨ªspera, Ech¨¢varri ped¨ªa prudencia" en los c¨¢lculos. Una raz¨®n era la consciencia de que iba a tener que torcer buenos brazos al d¨ªa siguiente; la otra, el estado de forma de Indur¨¢in. En palabras de Unzue: "Para nosotros, ganar la etapa ya era importante. Ese indicio nos dice que estamos acerc¨¢ndonos al Miguel habitual. Trajimos a un Miguel bien, pero no s¨²per debido a que no ha hecho el Giro -¨¦l siempre hac¨ªa una magn¨ªfica primera semana por la inercia del Giro- y cada momento que pasa, mejora. Eso es lo que nos ha dicho el test de la contrarreloj ". El director del Banesto estaba enfadado con los jueces -"es una verg¨¹enza", dijo- por no haberle permitido trabajar con libertad. Cuando Indur¨¢in dobl¨® a Jalabert, ¨¦ste se qued¨® a rueda y Unzue no pudo acercarse a su pupilo, con lo que Indur¨¢in hizo gran parte del recorrido sin referencias.