El acoso homosexual pone en peligro la carrera del ministro del Interior saj¨®n
La acusaci¨®n de haber acosado sexualmente a varios subordinados varones amenaza con poner fin hoy a la mete¨®rica carrera del pastor protestante Heinz Eggert, de 48 a?os, ministro del Interior del Estado federado de Sajonia y vicepresidente federal de la Uni¨®n Cristiana Democr¨¢tica (CDU).Todo parece indicar que para Eggert la suerte est¨¢ echada y no le quedar¨¢ m¨¢s remedio que dimitir. Hace tres semanas trascendieron por primera vez las denuncias de varios de sus subordinados por presunto acoso sexual. Eggert, que se caracteriza. por un estilo Rambo, ademanes de machurr¨®n y un trato poco convencional con el personal, solicit¨® de forma inmediata la suspensi¨®n temporal de su cargo, mientras se abr¨ªa una investigaci¨®n sobre las denuncias. Asegur¨® el ministro que todo era producto del resentimiento de algunas, personas y que era v¨ªctima de una intriga pol¨ªtica, y se neg¨® a dar explicaciones sobre sus inclinaciones sexuales con el argumento de que eso pertenece a su esfera ¨ªntima.
Una ley no escrita en Alemania hace que los medios de comunicaci¨®n no se metan en cuestiones de la cintura para abajo. Cuenta la leyenda que en una ocasi¨®n al legendario canciller Konrad Adenauer le fueron con el cuento de que su ministro de Exteriores, Heinrich von Brentano, ten¨ªa inclinaciones homosexuales. El viejo Adenauer, que ya rebasaba los 80 a?os, replic¨®: "Conmigo no ha intentado nada". As¨ª qued¨® zanjado el asunto. Desde entonces, a nadie en Bonn le importa de qu¨¦ pie cojea cada cual. Se conoce la homosexualidad de un par de miembros del actual Ejecutivo, sin que nadie le d¨¦ importancia.
Denuncia por escrito
El problema de Eggert, lo que hoy casi con seguridad le costar¨¢ su carrera pol¨ªtica, ha sido precisamente eso: haberlo intentado con subordinados. Se trata de dos ex secretarios y su ex jefe de piensa, todos ellos apuestos j¨®venes democristianos en torno a los 30 a?os. Por escrito, los afectados presentaron denuncia ante la canciller¨ªa de Gobierno en Dresde, donde la CDU gobierna con una abrumadora mayor¨ªa absoluta. Uno de los acosados relata: "Para romper mi resistencia, me jur¨® amor. Despu¨¦s se desnud¨® del todo y me exigi¨® que le tocase los genitales".
Eggert es pastor protestante, casado y con cuatro hijos. Fue capell¨¢n universitario y estuvo perseguido durante la dictadura prusiano-estalinista de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana. Eggert acus¨® a la Stasi de haberlo internado en una cl¨ªnica psiqui¨¢trica. Con el cambio, ingres¨® en la CDU y realiz¨® una carrera mete¨®rica. En 1991 le nombraron ministro del Interior de Sajonia y hace un a?o result¨® elegido diputado regional con un 65% de votos. Fue la votaci¨®n m¨¢s alta alcanzada por un candidato a diputado en Sajonia. Ahora todo ese capital parece perdido sin remedio. El jueves interrumpi¨® sus vacaciones en Turqu¨ªa y el viernes se entrevist¨® con el presidente de Sajonia, Kurt Biedenkopf, quien ha anunciado para hoy una conferencia de prensa. Uwe Seifert, uno de los secretarios que acusa a Eggert de acosador, declar¨®: "Me da igual que uno sea maric¨®n, pero no se puede consentir que se aproveche de su posici¨®n para imponerme tendencias homosexuales que yo no tengo".
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