El s¨ªndrome del 'ojo seco'

Si al cabo de pasar un tiempo delante de la pantalla del ordenador o conduciendo, usted si ente una imperiosa necesidad de cerrar los p¨¢rpados y restregarse los ojos para calmar el picor, lo que tiene es un s¨ªntoma de fatiga ocular. Si, adem¨¢s, usa lentillas, esas molestias ir¨¢n en aumento; y si a ello se le suma que trabaja en un ambiente con calefacci¨®n o aire acondicionado, los picores, la quemaz¨®n y la irritaci¨®n ocular pueden tornarse en un trastorno que le amargue la vida, es: el s¨ªndrome de ojo seco.Nadie sabe cuantas personas padecen la afecci¨®n, aunque en Jap¨®n donde los trastornos oculares son objeto de cuidadosos estudios epidemiol¨®gicos, el ojo seco afecta al 6% de la poblaci¨®n. En Espa?a lo ¨²nico claro es que las consultas a los oftalm¨®logos por esta causa son frecuentes y los especialistas coinciden en que el n¨²mero de afectados va en constante aumento.

En el origen de la patolog¨ªa se encuentra la sequedad de la superficie ocular, que obedece a distintas razones: una es la disminuci¨®n en la frecuencia del parpadeo, incluida, en la mayor¨ªa de los casos, por el esfuerzo visual que demanda la lectura concentrada, la conducci¨®n, o el uso de ordenadores. En esas ocasiones el ritmo de parpadeo se reduce, con lo cual su funci¨®n, que es desparramar la l¨¢grima por la superficie ocular, tambi¨¦n disminuye. Falto de humedad, el ojo se deshidrata y se producen microtraumatismos, fuente de las molestias mencionadas.

Para estos casos, denominados "ojo seco funcional", existen soluciones sencillas, como procurar que el ambiente no se reseque demasiado o emplazar la pantalla del ordenador a la altura de los ojos para evitar forzar la vista. "En esa posici¨®n, se puede trabajar una hora y entonces tomarse un descanso, bastando con cerrar los ojos durante 30 segundos", recomienda el doctor Kazuo Tsubota, director de oftalmolog¨ªa del hospital Ichikawa de Jap¨®n, que vino a Espa?a a participar en un simposio sobre superficie ocular celebrado recientemente en Bilbao.

Otra alternativa, adoptada por el mismo Tsubota, que padece ¨¦l mismo de ojo seco, es usar gafas especiales que llevan esponjillas en los paneles laterales, que se pueden mojar cada poco tiempo tanto, de modo que transmitan humedad a los ojos.Lentillas y lagrimal

M¨¢s complicado se presenta el caso de las personas que utilizan lentes de contacto, pues su simple uso altera la capa lagrimal y la oxigenaci¨®n de la superficie del ojo. Su empleo "exige tener el sistema lagrimal en perfectas condiciones", indica Juan Dur¨¢n, jefe del servicio de oftalmolog¨ªa del hospital de Cruces, de Bilbao. "Si a una persona con ojo seco o alteraci¨®n de los componentes de la l¨¢grima, le colocamos una lente de contacto, los s¨ªntomas y complicaciones, pueden incrementarse". Para remediarlo, el especialista sugiere extremar las medidas de limpieza, descansar de su uso en alg¨²n momento del d¨ªa, y asegurarse de que no haya adaptaci¨®n incorrecta de las mismas.

En los ¨²ltimos a?os se ha pretendido limitar las molestias causadas por la sequedad ocular con la aplicaci¨®n de l¨¢grimas artificiales, gotas de una soluci¨®n acuosa que se aplican en los ojos para mantenerlos lubricados. Pero el remedio ha sido peor que la enfermedad, en algunos casos. Sucede que esas gotas vienen acompa?adas de l¨ªquidos conservantes que pueden resultar t¨®xicos para el ojo, especialmente para las personas con ojo seco.

Gotas diarias

"Para alguien que tiene la superficie ocular sana, la aplicaci¨®n durante un corto periodo de l¨¢grimas artificiales no le perjudicara, porque cuenta con una pel¨ªcula lagrimal que eliminar¨¢ r¨¢pidamente esas sustancias conservantes", explica la doctora Daniele Rigal, jefa del servicio de oftalmolog¨ªa del hospital Gabriel de Clermont-Ferrand (Francia), que dict¨® una conferencia sobre toxicidad en el simposio. "S¨ª existe un efecto da?ino cuando los pacientes presentan una anomal¨ªa de la superficie ocular, como los afectados de ojo seco o diabetes".

Una cosa es darse l¨¢grimas artificiales, cuatro o cinco veces al d¨ªa y otra son dosis de 60 gotas diarias, como ocurre en las situaciones de ojo seco severo o glaucoma. En estos casos se acumula el l¨ªquido conservante, que ejerce una acci¨®n nefasta en el epitelio corneal, especialmente en tratamientos a largo plazo.

Las l¨¢grimas artificiales sin conservantes han sido la respuesta de la industria farmac¨¦utica a este contratiempo, o frascos que retienen el conservante, en la instilaci¨®n, evitando su paso al ojo. En esta materia, el ¨²ltimo grito, de la moda viene dado por la utilizaci¨®n, en algunos casos, de suero del paciente, pues en este l¨ªquido se encuentran algunos de los nutrientes que hay en la l¨¢grima. Aparte de los sustitutos lagrimales, existen alternativas c¨®mo la oclusi¨®n del punto lagrimal por medios mec¨¢nicos, "con lo que se consigue que las ¨ªnfimas cantidades de l¨¢grima que tienen los pacientes con ojo seco severo se acumulen y humedezcan la superficie ocular", manifiesta el doctor Tsubota.

"El problema de esta patolog¨ªa es que se trata de una alteraci¨®n cr¨®nica", dice Dur¨¢n, que refiere la existencia de una zona borrosa entre lo que es normal y lo anormal, "pues hay mucha gente que viene a las consultas con cansancio ocular o molestias similares. Cuando se les estudia a fondo, se descubre que muchos casos de aparentes conjuntivitis cr¨®nicas o al¨¦rgicas, cuyo s¨ªntoma fundamental es el picor, en realidad esconden situaciones de ojo seco", concluye el oftalm¨®logo de Bilbao.