Un 'Schengen-2' que suprima fronteras

La Comisi¨®n Europea aprob¨® ayer tres directivas para remover todos los obst¨¢culos a la libre circulaci¨®n de personas: ampl¨ªan y comunitarizan el convenio intergubernamental de Schengen (1085), vigente desde hace tres meses, suprimiendo los controles en frontera y estableciendo visados ¨²nicos. A este convenio se han asociado ya -plenamente (siete), en preadhesi¨®n o como observadores- todos los Estados miembros, salvo el Reino Unido e Irlanda. Al comunitarizarse la pol¨ªtica de fronteras, se llenar¨ªa el hueco que exhibe el actual convenio, la, ausencia de un ¨¢rbitro que dirima los litigios: la autoridad competente ser¨ªa el Tribunal de Luxemburgo.Las directivas reproducen el esquema del convenio intergubernamental: supresi¨®n del control en las fronteras interiores con independencia de la nacionalidad de los ciudadanos, posibilidad de reestablecerlas temporalmente en casos excepcionales, libertad de movimientos para los residentes legales, visados ¨²nicos para ciudadanos de terceros pa¨ªses.

"El mercado interior no es a¨²n una realidad para los ciudadanos", justific¨® el comisario proponente, Mario Monti, "y no se puede aplazar m¨¢s la puesta en marcha de un objetivo esencial del Tratado, la libre circulaci¨®n de personas".

Las directivas deben concitar la unanimidad de los Quince. Topar¨¢n, pues, con un obst¨¢culo, el Reino Unido, que ya hace diez a?os se neg¨® a sumarse a los fundadores de Schengen y se revuelve contra todo adelgazamiento del pasaporte nacional. Hasta que los brit¨¢nicos se harten de hacer m¨¢s colas en los aeropuertos comunitarios que los otros europeos. O hasta que sus catorce socios decidan regalarles otra cl¨¢usula de exclusi¨®n, u opting out, ese queso gruy¨¨re al que tanto afecto profesa el Gobierno tory de John Major.