Sin pistas sobre los asesinos del imam

La polic¨ªa francesa carece de indicios sobre la identidad de los dos asesinos del jeque Abdelbaki Saharaui, de 85 a?os, cofundador y l¨ªder en Par¨ªs de? Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n (FIS) argelino. Por el momento, se barajan dos hip¨®tesis: el crimen pudo ser ordenado por los Grupos Islamistas Armados (GIA), como advertencia a todos los que, como Saharaui, se mostraban partidarios del di¨¢logo con el Gobierno de Argel; o bien pudo ser obra de los sectores m¨¢s duros del r¨¦gimen militar argelino. Ya en 1987, un opositor al r¨¦gimen de Argel fue asesinado en Par¨ªs por un agente de los servicios secretos de su pa¨ªs. S¨®lo una cosa parec¨ªa clara ayer: el atentado fue obra de extremistas de uno u otro bando, con el fin de torpedear cualquier intento de reanudar la negociaci¨®n.Saharaui estaba amenazado por el GIA, lo cual reforzaba la hip¨®tesis del "ajuste de cuentas entre grupos isl¨¢micos" en palabras de un portavoz policial que pronostic¨® "una investigaci¨®n larga y compleja". Pero en medios musulmanes se consideraba que ning¨²n islamista, por fan¨¢tico que fuera, habr¨ªa cometido el "sacrilegio" de asesinar a una autoridad religiosa como Saharaui en la mezquita de la que era im¨¢n. Tambi¨¦n se apuntaba que el arma utilizada, una escopeta, no era habitual entre los comandos del GIA.

La ¨²nica pista de la polic¨ªa se reduc¨ªa al hallazgo, ayer de una bolsa con munici¨®n, una peluca y esparadrapo, abandonada por los asesinos en su huida.

Los testigos del atentado s¨®lo coincid¨ªan en que los autores eran de aspecto magreb¨ª y rondaban los 40 a?os.

El jeque Saharui fue uno de los 30 fundadores del FIS y dispon¨ªa de una enorme autoridad moral. Su muerte caus¨® consternaci¨®n entre la comunidad musulmana y una profunda preocupaci¨®n en la polic¨ªa francesa, que tem¨ªa desde semanas atr¨¢s la llegada a Par¨ªs de la violencia argelina.

Dalil Boubakeur, rector de la mezquita de Par¨ªs, pidi¨® ayer calma a los musulmanes y expres¨® su temor a que el asesinato de Saharaui trasladara a Francia "el ciclo infernal de la violencia".