Tercera reconversi¨®n

LOS ASTILLEROS p¨²blicos espa?oles se enfrentan a su tercera reconversi¨®n en 11 a?os, como consecuencia de la profunda crisis que padece y que se tradujo el ano pasado en unas p¨¦rdidas dem¨¢s de 45.000 millones de pesetas. Que sea la definitiva depender¨¢ del acierto con que se haga. Es la ¨²ltima oportunidad del' sector para modernizarse y ser competitivo. Los sindicatos dudan que esos objetivos puedan lograrse con las propuestas de la Administraci¨®n.El futuro del sector es negro. Y en 1999 desaparecer¨¢n todas las ayudas p¨²blicas. Para afrontarlo con alguna posibilidad de ¨¦xito no basta con el ajuste de plantillas. Hay que abordar con decisi¨®n y seriedad la modernizaci¨®n del sector en sus aspectos tecnol¨®gicos, comerciales y de producci¨®n. El plan de ajuste que se negocia prev¨¦ una reducci¨®n de 5.200 trabajadores por prejubilaciones (3. 200) y bajas incentivadas, el cierre de los astilleros de Sevilla y C¨¢diz y la privatizaci¨®n de Juliana (Gij¨®n), Barreras (Vigo) y Astander (Santander). Estamos ante posiciones negociables. Se suavizan las posturas. La fecha para concluir el acuerdo (15 de agosto) y presentar el ajuste a Bruselas se retrasa. Sin olvidar que la Comisi¨®n Europea debe aprobarlo antes de final de a?o. Y parece improbable que se cierren los astilleros de C¨¢diz y Sevilla.

Esto ha serenado el ambiente. El desarrollo pacifico de las jornadas de huelga de la semana pasada lo demuestra. El duro ajuste es imprescindible. Tambi¨¦n lo es acudir a Bruselas con planes consensuados para lograr autorizaci¨®n para los 187.000 millones de pesetas de ayudas p¨²blicas. Salvados los primeros escollos, Administraci¨®n y sindicatos deben entrar ahora en la fase decisiva de negociaci¨®n, para salvar al sector del desastre.