La angustia del olor corporal
El estr¨¦s, la ansiedad y algunas enfermedades aumentan la sudoraci¨®n
Ning¨²n rasgo es, tal vez, m¨¢s definitorio de los seres humanos que su relaci¨®n con el olor corporal. Lo que en los animales es una gu¨ªa esencial para moverse en su medio y relacionarse con la especie, en los humanos no s¨®lo ha perdido la preeminencia del instinto, sino que puede llegar a entorpecer gravemente la convivencia y la relaci¨®n con los cong¨¦neres. Pocos elementos del cuerpo son tan pertinazmente excluidos, aunque su percepci¨®n no deja de ser subjetiva y puede variar con la cultura, la est¨¦tica o la moda."Tradicionalmente, por ejemplo, un olor fuerte en los hombres no se ha considerado tan inaceptable, aunque pueda resultar molesto, e incluso puede: percibirse como un componente de su masculinidad, igual que el vello", afirma Basilio Moreno, jefe del servicio de Endocrinolog¨ªa del hospital Gregorio Mara?¨®n de Madrid. "Son, sobre todo, las mujeres las que suelen acudir a una consulta en relaci¨®n con este tema y las que lo sufren con una mayor angustia".
El olor corporal es una consecuencia de la descomposici¨®n del sudor -en s¨ª mismo inodoro- por la acci¨®n de los microorganismos que pueblan la superficie de la piel, las c¨¦lulas muertas y los l¨ªpidos que la componen. Las principales responsables son las gl¨¢ndulas sudor¨ªparas apocrinas que, a diferencia de las ecrinas -repartidas por igual bajo la piel-, se concentran en las zonas de los caracteres sexuales secundarios: las axilas, las ingles, el pubis y la franja que rodea las areolas mamarias.
"El grado de olor depende del nivel de descomposici¨®n del sudor, que en algunos individuos se produce en un muy corto espacio de tiempo", explica Jes¨²s Borbujo, dermat¨®logo, del hospital de M¨®stoles (Madrid). "Las floras bacterianas de la piel var¨ªan seg¨²n las zonas del cuerpo y seg¨²n los individuos, y esto es lo que produce los distintos olores caracter¨ªsticos". De hecho, hay un grado de olor corporal que puede actuar como atractivo sexual. "Es una cuesti¨®n debatida si en los seres humanos existe algo parecido a las feromonas animales, una sustancia olorosa con la que las hembras atraen al macho para aparearse", explica Borbujo, "pero, sin duda, el olor del cuerpo juega un papel en este sentido".
Al aumentar el sudor, por el estr¨¦s o la angustia, aumenta tambi¨¦n la flora de la piel y, por tanto, las posibilidades de que aumente el olor del cuerpo. A esto se une la secreci¨®n de las gl¨¢ndulas seb¨¢ceas, m¨¢s abundantes tambi¨¦n en las zonas de los caracteres sexuales. "El n¨²mero de gl¨¢ndulas apocrinas y seb¨¢ceas var¨ªa seg¨²n los sexos y las distintas razas humanas y da lugar a diferencias, sobre todo, en el olor sexual", a?ade este especialista.
Un olor corporal particularmente fuerte puede ser, sin embargo, el indicio de algunos trastornos de tipo hormonal, como el hiperandrogenismo en las mujeres, una secreci¨®n excesiva de hormonas masculinas (los andr¨®genos), responsable de afecciones como el hirsutismo. "El exceso de andr¨®genos, que puede ser de origen ov¨¢rico, o suprarrenal, se traduce, entre otros s¨ªntomas, por la producci¨®n de un olor caracter¨ªstico, ¨¢cido y penetrante, dif¨ªcil de disimular, m¨¢s propio del sexo masculino que del femenino", explica el endocrin¨®logo Basilio Moreno. Trastornos androg¨¦nicos
Este tipo de s¨ªndromes suele manifestarse en el momento del desarrollo sexual. Alrededor de un 10% de las mujeres tiene trastornos androg¨¦nicos, en su mayor¨ªa de origen ov¨¢rico. "Las pacientes t¨ªpicas que consult¨¢n por el olor de su cuerpo son las adolescentes", a?ade Moreno. La menstruaci¨®n, por los cambios hormonales, y la obesidad, por el aumento del tejido adiposo, modifican y aumentan tambi¨¦n el olor del cuerpo, as¨ª como la ingesti¨®n de algunos medicamentos o de ciertos alimentos picantes como el ajo, la fiebre o algunas infecciones, como la presencia de urea en la orina.
Una vez descartada una patolog¨ªa de este tipo, en principio la ¨²nica forma de combatir el olor corporal es aumentando la higiene con agua y jab¨®n. Existe, sin embargo, la posibilidad de modificar la flora bacteriana, para disminuir su acci¨®n, mediante antibi¨®ticos y lociones a base de sales de aluminio.
En ciertos casos se recurre a la cirug¨ªa para anular la irrigaci¨®n de algunas gl¨¢ndulas sudor¨ªparas. Existen tratamientos farmacol¨®gicos, inhibidores del sistema nervioso simp¨¢tico, pero raramente utilizados por la gran cantidad de efectos secundarios que provocan.
Bien vestido y calzado
La descomposici¨®n del sudor puede verse acelerada por la maceraci¨®n que provocan en la piel tejidos de la ropa y del calzado que dificultan la transpiraci¨®n. En general, los tejidos sint¨¦ticos, sobre todo en los calcetines y los zapatos, facilitan la acci¨®n de la flora bacteriana al transpirar peor. La depilaci¨®n, con m¨¦todos y sustancias suaves que no irriten la piel, contribuye tambi¨¦n a disminuir los efectos de la flora bacteriana sobre el sudor. Un factor importante es la existencia de infecciones y micosis en la piel, como los hongos o los eczemas de contacto. "Esta suele ser una de las causas m¨¢s frecuentes, especialmente en los pies, de la alteraci¨®n del olor corporal, cuando el afectado se decide a consultar al especialista, algo que, en general, ocurre muy raramente, porque siempre resulta embarazoso", explica el dermat¨®logo Jes¨²s Borbujo.
En otros casos, la ¨²nica soluci¨®n es intentar reducir la sudoraci¨®n, porque al mar olor se une la desagradable sensaci¨®n de tener el cuerpo o las manos permanentemente h¨²medos, lo que a menudo dificulta gravemente la relaciones y provoca fuertes complejos en los afectados. A algunas personas pueden llegara gotearles literalmente las manos, aunque este trastorno, de origen nervioso, suele desaparecer con el tiempo.
Para reducir el sudor en pies y manos se usa, en ocasiones, la t¨¦cnica de la iontoforesis, aunque en Espa?a no es muy frecuente. Mediante una soluci¨®n acuosa, a la que se a?aden sustancias desodorantes como las sales de aluminio, se provoca en la piel peque?as descargas el¨¦ctricas, utilizando un polo negativo y otro positivo. Tres o cuatro tratamientos por semana, durante varias semanas, disminuye de forma eficaz el exceso de secreci¨®n de las gl¨¢ndulas sudor¨ªparas de estas zonas.
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