El juez Barbero renuncia a la carrera judicial y abandona la instrucci¨®n del 'caso Filesa'
El juez instructor del caso Filesa, Marino Barbero, renunci¨® ayer a su carrera de magistrado en un escrito en el que pretexta no haber obtenido el amparo del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) frente a unas declaraciones del presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra. Fuentes del Tribunal Supremo apunta ron como motivos m¨¢s veros¨ªmiles de la renuncia el fin de la instrucci¨®n del caso Filesa tras casi cuatro a?os y su escasa repercusi¨®n en comparaci¨®n con los dem¨¢s esc¨¢ndalos judiciales que sacuden la vida pol¨ªtica. Las mismas fuentes apuntaron que Barbero no estar¨ªa demasiado satisfecho con la perspectiva de tener que reincorporarse a juzgar y dictar sentencias a partir de septiembre.
En septiembre, el Supremo designara un nuevo instructor para el caso, que est¨¢ a la espera de los escritos de acusaci¨®n.Barbero esgrimi¨® como excusa para presentar su renuncia a la carrera judicial la denegaci¨®n de amparo a su independencia por parte del CGPJ frente a las declaraciones del presidente extreme?o Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra en las que ¨¦ste le acus¨® de "querer intervenir en pol¨ªtica sin presentarse a las elecciones dictando sentencias, abriendo y cerrando sumarios, al igual que hace ETA, que quiere participar en la vida pol¨ªtica poniendo bombas".
El juez instructor de Filesa explica en su escrito que estas declaraciones afectan "de modo directo y grave" a su independencia como juez y. son asimismo atentatorias contra su "honor personal y familiar". Por ello pidi¨® el amparo del CGPJ, que el pasado 12 de julio le fue denegado por 18 votos frente a 11.
Frente a la petici¨®n de amparo de Barbero, el Poder Judicial dictamin¨® que no se apreciaban condiciones objetivas de las que pueda desprenderse ataque o perturbaci¨®n para el ejercicio de su funci¨®n jurisdiccional en la presunta financiaci¨®n delictiva del partido [el PSOE]".
Para Marino Barbero, esta resoluci¨®n ha sido "no s¨®lo sorprendente, sino infundada", por lo que entiende que no le cabe otro recurso que presentar "con profunda amargura", la renuncia a la carrera judicial. Agrega que, con su renuncia, las sucesivas actuaciones del caso Filesa no podr¨¢n ser consideradas alteradas ni por los justiciables ni por resto de los ciudadanos ante las "intervenciones constrictivas" de Rodr¨ªguez Ibarra.
El juez de Filesa agrega que la situaci¨®n, aunque no deseada por ¨¦l en absoluto, le obliga a pedir la renuncia con la m¨¢xima urgencia, "puesto que me considero privado de libertad para adoptar cualquier clase de resoluci¨®n en la mencionada causa".
Pol¨¦mica
La renuncia de Barbero no cogi¨® por sorpresa a los magistrados de la Sala Segunda, que ya esperaban una decisi¨®n as¨ª desde hace alg¨²n tiempo. Las relaciones del pol¨¦mico juez con sus compa?eros del Supremo se hab¨ªan ido deteriorando a lo largo de los casi cuatro a?os de instrucci¨®n del caso Filesa y cayeron en picado cuando Barbero manifest¨® p¨²blicamente, en dos ocasiones, que los argumentos de sus compa?eros para no conceder el suplicatorio de Alfonso Guerra eran, desde el punto de vista t¨¦cnico, "impresentables". La denegaci¨®n del suplicatorio fue acordada en sala general por ocho votos frente a cuatro.Pero antes de llegar a a ese extremo, las decisiones del juez hab¨ªan sido corregidas en numerosas ocasiones por sus compa?eros del alto tribunal. Y sobre todo, eran ya incesantes las llamadas de atenci¨®n para que pusiera fin a los tr¨¢mites de un "procedimiento abreviado" iniciado casi cuatro a?os atr¨¢s.
Procedente de la c¨¢tedra de Derecho Penal, Barbero accedi¨® a la carrera judicial por el cuarto turno, con los votos de los vocales afines al PSOE y las bendiciones de los vocales extreme?os del segundo Consejo del Poder Judicial, singularmente las de Pablo Castellano y el fallecido Antonio Hern¨¢ndez Gil. Este origen universitario evidenci¨® sus deficiencias t¨¦cnicas en la instrucci¨®n sumarial al ser el caso Filesa la primera oportunidad en que Barbero actuaba como instructor.Los virulentos cruces de acusaciones con el entonces fiscal del Estado, Eligio Hern¨¢ndez; los v¨ªtores cosechados tras los espectaculares registros a la sede del PSOE en Ferraz; la repercusi¨®n internacional por la entrada y registro del Banco de Espa?a y las polvaredas levantadas por su costumbre de hacer coincidir las diligencias m¨¢s espectaculares con las. campa?as electorales le propulsaron a un estrellato siempre observado con escepticismo, cuando no con descalificaciones soterradas, en la generalidad de los medios forenses.
La repetici¨®n de comparecencias para que declarasen como inculpados los mismos empresarios y banqueros que antes lo hab¨ªan hecho como testigos contribuy¨® a dilatar el proceso, y le depar¨® las primeras cr¨ªticas de medios de comunicaci¨®n que antes hab¨ªan jaleado sus actuaciones. Barbero respondi¨® con continuas lamentaciones sobre falta de medios materiales, replicadas por una Sala que, ya sin disimulos, le ped¨ªa una y otra vez que cerrase las actuaciones.
Su ¨²ltimo y m¨¢s espectacular envite fue la propuesta a la Sala Segunda para que enviase el suplicatorio para proceder, por delito electoral, contra Alfonso Guerra. Barbero la elev¨® sin el respaldo del fiscal, requisito considerado casi necesario para tener alguna probabilidad. EI Supremo respondi¨® con un fuerte varapalo, tachado por Barbero, a su vez, de "impresentable".
En los ¨²ltimos meses, Barbero hac¨ªa vida al margen de los dem¨¢s magistrados, refugiado en unas dependencias equipadas con muebles del V Centenario y permanentemente vigiladas por un guarda de seguridad. S¨®lo se relacionaba con Fernando Cotta, actual presidente de la Sala Segunda, y uno de los cuatro que vot¨® a favor de conceder el suplicatorio de Guerra. El pasado 4 de mayo, Barbero presento una lista de 39 inculpados en el caso Filesa en la que figuraban socialistas, empresarios y banqueros.
Fuentes del Supremo indicaron que el pol¨¦mico juez se hab¨ªa "agotado en s¨ª mismo" y a?adieron que Filesa era casi "un juicio de faltas" en relaci¨®n con el caso GAL. La mayoritaria Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura (APM) manifest¨®, por su parte, que Barbero nunca estuvo desamparado en su pol¨¦mica con Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra debido a que se encuentra en tramitaci¨®n una querella conta el presidente extreme?o. El portavoz de la APM, ?ngel Calder¨®n, declar¨® que la postura de Barbero es una "opci¨®n leg¨ªtima" sobre una situaci¨®n "muy personal y muy subjetiva".
La ¨²ltima actividad de Barbero como instructor consisti¨® en notificar el pasado viernes al ministerio fiscal y a las acusaciones la ampliaci¨®n en dos meses del plazo para presentar sus escritos en petici¨®n de apertura del juicio oral y en los que tiene que formular la acusaci¨®n, pedir el sobreseimiento o, excepcionalmente, proponer nueva pruebas. Este plazo finalizar¨¢ el 4 de octubre.
Paralelamente, el Supremo deber¨¢ resolver los recursos de queja presentados por los 39 inculpados contra la desestimaci¨®n por el juez Barbero de los recursos de reforma contra la inculpaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.