"Salgo de Black Beach con la sensaci¨®n de entrar en un campo minado"
Poco despu¨¦s de su excarcelaci¨®n de la c¨¢rcel de Black Beach, que se retras¨® m¨¢s de la cuenta debido a problemas burocr¨¢ticos, EL PA?S mantuvo una entrevista telef¨®nica con el l¨ªder del Partido del Progreso (PP) y principal dirigente de la oposici¨®n de Guinea Ecuatorial, que se encontraba en la casa de un amigo en Malabo. La salida de Severo Moto (51 a?os) y sus compa?eros de la siniestra penitenciaria fue apote¨®sica. Multitud de seguidores se congregaron a las puertas de la c¨¢rcel, frustrando los planes (le las autoridades de que se realizara discretamente.Pregunta. ?Cu¨¢ndo supo que iba a ser puesto en libertad?
Respuesta. A m¨ª me lo comunic¨® el pasado 31 de julio el secretario de Estado, Manuel Nguema Mb¨¢. Vino a la prisi¨®n de Black Beach y me ley¨® el indulto que iba a firmar el presiciente Obiang el 2 de agosto.
P. ?Consigui¨® entrevistarse con Mart¨ªn Villa y con la delegaci¨®n del Ministerio de Asuntos Exteriores?
R Desgraciadamente no pude contactar con ellos, pero supe por los duendecillos que se encontraban en Malabo.
P. ?Cree que ha habido un pacto entre Obiang y Espa?a para su excarcelaci¨®n?
R. Hablar de pacto es algo peliagudo. Yo creo que si mi situaci¨®n personal y mi encarcelamiento eran perjudiciales para el Gobierno de Obiang, quiz¨¢ se pueda suponer que ha habido alg¨²n tipo de pacto. Pero lo que a m¨ª me importa en estos momentos es estar libre.
P. ?Y que siente ahora?
R. Cuando el secretario de Estado me comunic¨® que me iban a restablecer los derechos civiles y pol¨ªticos me dije a m¨ª mismo: a la tercera va la vencida. De todas formas, tengo la impresi¨®n de que salgo de Black Beach con la sensaci¨®n de que entro en un campo minado. Me han dicho que no va a haber m¨¢s 3 de agosto, no va a haber m¨¢s perd¨®n. Se me ha dicho que piense en el pa¨ªs y que me olvide que la liberaci¨®n ha sido gracias a las presiones de Espa?a y de la comunidad internacional, lo cual es algo aberrante. El se?or. Nguema Mb¨¢ me ley¨® el indulto y me dijo: "A t¨ª te saca Obiang, es una medida de gracia que no se debe a ninguna concesi¨®n a Gobiernos extranjeros". Tengo la impresi¨®n de que lo que intentan es hacer ver que es una decisi¨®n que no obedece a ninguna presi¨®n externa.
P. ?Y cree usted realmente que no ha habido presiones?
R. Bueno, ?qu¨¦ se puede decir cuando el presidente franc¨¦s habla con Obiang en Gab¨®n y luego con las visitas de emisarios espa?oles?
P. ?Qu¨¦ har¨¢ ahora una vez que ha recuperado la libertad.
R. Debo confesar que tengo un serio problema porque los 188 d¨ªas que he vivido en Black Beach han sido de absoluta quietud y ahora me encuentro que tengo que recuperar la libertad. Est¨¢ claro que la libertad me la han dado con mala gana.
P. Bien, pero ?cu¨¢les son sus proyectos m¨¢s inmediatos?
R. Lo primero que voy a hacer inmediatamente es solicitar permiso para poder inscribirme en el censo electoral y, a partir de ah¨ª, volcarme en la actividad pol¨ªtica de cara a las elecciones municipales del 17 de septiembre.
P. ?Tiene usted aspiraciones . a la presidencia del pa¨ªs?
R. Desde luego es el objetivo m¨¢ximo.P. ?Cree que Obiang se presentar¨¢?
R. No lo s¨¦. Nuestra gran incertidumbre respecto a Obiang es que no sabemos hacia d¨®nde va. Se mueve siempre en el terreno de la sorpresa y hay que adivinar sus intenciones. Yo creo que Obiang podr¨ªa ejercer una funci¨®n de moderador, pero no es, plato de su gusto. Mi impresi¨®n es que no va a renunciar al poder.
P. ?Su indulto permitir¨¢ impulsar, la normalizaci¨®n democr¨¢tica de Guinea?
R. Yo creo que el Gobierno ha adolecido desde siempre de falta de credibilidad democr¨¢tica. Pienso que lo de ayer puede ser un primer paso hacia el respeto a la voluntad popular.
P. ?Qu¨¦ futuro aguarda ahora a su pa¨ªs?
R. Obiang insisti¨® mucho en su discurso del mi¨¦rcoles en que el paso lo daba ¨¦l y que Guinea debe salir adelante por s¨ª misma. Yo no creo que el pa¨ªs pueda resolver todos sus problemas s¨®lo con el apoyo de los guineanos. Necesitamos indudablemente del impulso de la comunidad internacional.
P. ?Van a mejorar ahora las relaciones de Guinea con Espa?a?R. A m¨ª me han dicho que mi liberaci¨®n impulsar¨¢ las relaciones bilaterales. Estoy muy agradecido con las gestiones que ha hecho el Gobierno al poder espa?ol. La labor diplom¨¢tica de Espa?a no ha sido algo de los ¨²ltimos d¨ªas, sino de hace tiempo. Creo que las autoridades espa?olas han entendido bien la psicolog¨ªa del Gobierno ecuatoguineano. Han sido como un sol que calienta pero que no debe quemar.
P. ?C¨®mo vivi¨® en la c¨¢rcel?
R. La c¨¢rcel de Black Beach tiene dos paballones. Yo estaba en la gran nave central, que es bastante amplia y donde hay 17 celdas de metro y medio por metro y medio. Estuve siempre en un pasillo en medio, donde hab¨ªan instalado mi clama. Al principio, las condiciones fueron sumamente precarias. No ten¨ªa ni sitio para dormir. Me dieron unos sacos para cubrirme y m¨¢s tarde una estera. De repente, un buen d¨ªa, me instalaron una cama, un colch¨®n y una estera antimosquitos.
P. ?Estaba aislado?
R. Estuve siempre sometido a un r¨¦gimen de aislamiento. No pod¨ªa hablar con mis compa?eros, aunque, a hurtadillas, cuando sal¨ªa al patio intercambi¨¢bamos algunas frases. Me despertaba a las seis y media un vigilante, que era quien me acompa?aba todo momento. Me daban como todo alimento dos panes y una sardina marroqu¨ª caducada. Menos mal que desde el principio permitieron que el desayuno me lo llevara un compa?ero del partido y la comida mi asistenta. Los primeros 44 d¨ªas siempre me visitaba el se?or Nguema, que era el que me informaba de lo que dec¨ªa la prensa espa?ola de mi detenci¨®n. Posteriormente fui recibiendo visitas. No ten¨ªa radio ni libros. Recuerdo que el primer d¨ªa fue duro porque al llegar me llevaron a la prevenci¨®n y me pelaron al cero y alguien me dijo que ten¨ªa que ir a limpiar las letrinas. Sin embargo, al d¨ªa siguiente, en cuanto se enteraron las autoridades, me relevaron de esta misi¨®n, no s¨¦ si por temor a que arre ciaran las protestas.
P. Le llam¨® alguna vez el presidente Obiang?
R. Obiang no me llam¨® nunca, pero s¨¦ por terceros que se interesaba por m¨ª y siempre preguntaba "c¨®mo est¨¢ el de abajo"
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