Chirac y su Constituci¨®n
LAS DOS c¨¢maras legislativas francesas, reunidas en Versalles el 31 de julio, han aprobado una nueva reforma de la Constituci¨®n de la V Rep¨²blica; la cuarta en los ¨²ltm¨®s tres a?os. Esta es, sin duda, la m¨¢s importante desde que, en 1962, los franceses decidieron por refer¨¦ndum elegir a su presidente por sufragio directo. El presidente Chirac ha llevado adelante la reforma con l¨®gica energ¨ªa y entusiasmo. Porque viene a reforzar sus poderes personales y reducir considerablemente los del Parlamento al menos ante la eventualidad de momentos de conflicto grave en la vida nacional.El significado fundamental de la reforma consiste en otorgar al presidente, en consulta directa con el pueblo, la capacidad de decisi¨®n sobre los grandes problemas del pa¨ªs. Hasta ahora, y seg¨²n las ideas del general De Gaulle, el ¨¢mbito en el cual se pod¨ªa, aplicar el refer¨¦ndum era bastante restringido en Francia; en concreta, para ratificar la firma de un tratado internacional. susceptible de afectar a la soberan¨ªa francesa, como fue el caso del, Tratado de Maastricht. Pero la reforma, adem¨¢s, permite al Ejecutivo recurr¨ªr al refer¨¦ndum en supuestos para la aprobaci¨®n de "reformas relativas a la pol¨ªtica econ¨®mica o social", lo que, obviamente, abre un campo de posibilidades pr¨¢cticamente sin l¨ªmites.
La cuesti¨®n que ha sido. m¨¢s' pol¨¦mica ha sido la de la ense?anza, que tradicionalmente moviliza en Francia a extensos sectores de la opini¨®n p¨²blica. ?Abarca o no el campo de la ense?anza la expresi¨®n "pol¨ªtica econ¨®mica y social"? El debate al respecto no parece calmarse. Un primer borrador dec¨ªa literalmente: "Pol¨ªtica, econ¨®mica, social y de ense?anza" Se elimin¨® el ¨²ltimo punto buscando una mayor ambig¨¹edad que facilitase su aprobaci¨®n por una m¨¢s amplia mayor¨ªa sin generar una pol¨¦mica que, no obstante, se ha producido. Chirac prometi¨® en su campa?a presidencial crear un nuevo sistema escolar. Ahora cabe suponer que intentar¨¢ hacerlo haciendo uso del mecanismo de la consulta popular, aunque esto amenace con provocar una ruptura en la sociedad francesa.
La reforma tambi¨¦n a responder por otra parte, a una serie de cr¨ªticas de la opini¨®n contra la acci¨®n parlamentaria. Por ejemplo, reduce las condiciones y los' plazos en que los elegidos podr¨¢ ser protegidos de acciones judiciales dirigidas contra ellos. Con la multiplicaci¨®n de los casos en que los diputados se aprovecharon de su cargo para sacar ventajas financieras, la opini¨®n se inclina a creer que el principio de la igualdad de los ciudadanos ante la ley se esfuma en beneficio de, los diputados, que gozan de una, serie de privilegios. La limitaci¨®n de las inmunidades parlamentarias es con seguridad un aspecto popular de la reforma.
Las dos sesiones parlamentarias. anuales de tan s¨®lo tres meses cada una, f¨®rmula existente hasta ahora, hab¨ªan creado la impresi¨®n en la ciudadan¨ªa de que los diputados. atend¨ªan de tarde en tarde sus responsabilidades parlamentarias. Tambi¨¦n aqu¨ª Chirac ha querido contentar a la opini¨®n p¨²blica. La reforma establece que las c¨¢maras se reunir¨¢n en una ¨²nica sesi¨®n, pero, de nueve meses. En teor¨ªa, est ¨® Podr¨ªa traducirse en una mayor intensidad del trabajo parlamentario, pero las preocupaciones de Chirac no parecen ir en esa direcci¨®n. Hay muchos ejeniplos de y c¨¢maras reducidas a la discusi¨®n de cuestiones menores, mientras que el Ejecutivo y, sobre todo, el presidente son quienes toman las diecisiones de verdadera importancia, apenas sometidos a un m¨ªnimo control de la representaci¨®n popular. Y no parece que el nuevo periodo de sesiones vaya a aumentar ni comparecencias ni asistencias al Parlamento.
La reforma ha sido aprobada con gran facilidad gracias a la amplia mayor¨ªa que tiene la derecha en Asamblea y Senado. Gracias a reforma, y siendo especi¨¢lmente cuidadoso en la selecci¨®n, de las cuestiones a someter a refer¨¦ndum, el presidente. podr¨ªa convertirse en l¨ªder indiscutible de la derecha francesa. Justamente lo que su victoria en las elecciones pasadas no ha podido darle. Y evitarse adem¨¢s muchos problemas si en un futuro cuenta con un Parlamento menos leal que el actual .
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