Toros con cuajo

Es evidente por qu¨¦ las figuras de hoy no quieren ponerse delante de los toros de Cebada Gago: son animales de preciosa l¨¢mina, de sobrado trap¨ªo, arboladura astifina, serios y encastados.Los que salieron en M¨¢laga fueron, adem¨¢s, mansos casi todos, con picante y de juego muy variado. Los hubo con peligro, de nobleza extraordinaria otros, pero todos exhibieron categor¨ªa para mantener el riesgo emocionante de esta Fiesta. As¨ª, bravo y noble fue el lo; brusco y violento el 2? un toro de carril el siguiente; peligroso el 4?, encastado el 5? y codicioso el ¨²ltimo.

Como las de antes

Una corrida de toros como dicen que eran las de antes. Un espect¨¢culo para vivir nuevas emociones. Una corrida, en fin, para verg¨¹enza de la mayor parte del escalaf¨®n actual que huye despavorido del ¨²nico toro capaz de mantener la vida de esta Fiesta.El cartel de toreros era modesto, como no pod¨ªa ser de otra manera. Mart¨ªn, C¨¢mara y Lima pasaron un aut¨¦ntico calvario, y el segundo espada se llev¨®, adem¨¢s, una cornada de car¨¢cter leve en un muslo al ser cogido por su segundo toro al cobrar - una buena estocada. Hab¨ªa realizado, sin embargo, lo m¨¢s meritorio de la tarde en una faena toda ella por naturales, en los que el torero hizo gala de una entrega y una disposici¨®n inusuales en estos tiempos. Hab¨ªa toro y torero, y los pases resultaron largos, vibrantes y profundamente emocionantes.

Antes y despu¨¦s de la cogida de C¨¢mara, el riesgo en su acepci¨®n m¨¢s pura fue el protagonista de la corrida. As¨ª se entiende que, a excepci¨®n de los naturales de este torero, hubo pocos momentos brillantes, aunque fue importante toda la labor de los toreros. Es verdad, no obstante, que el propio C¨¢mara no plant¨® cara a su primero, que era un toro dif¨ªcil, al que mulete¨® sin hondura ni coraje. Su actuaci¨®n tuvo m¨¢s de teatro para la galer¨ªa que de profundidad.

El propio Pepe Luis Mart¨ªn, torero de corte cl¨¢sico, no supo aprovechar las buenas condiciones de su primero. Era un toro serio, con trap¨ªo, pero con nobleza, ante el que Mart¨ªn se mostr¨® muy fr¨¢gil y con un valor muy justo. Se afligi¨® con el capote y no fue . capaz de entregarse despu¨¦s para lograr faena grande. Sus tandas de derechazos fueron cortas y r¨¢pidas, sin templanza ni largura. De ese modo, le ser¨¢ dif¨ªcil abrirse nuevos horizontes; en el otro, que fue muy peligroso, evidenci¨® que anda muy escaso de recursos t¨¦cnicos.

Jos¨¦ Carlos Lima es nuevo en el escalaf¨®n, inexperto y, a veces, inconsciente. Ayer descubri¨® que tiene consigo un maravilloso ¨¢ngel de la guarda. Siempre estuvo a merced de sus toros, pero consigui¨® algunas tandas con la derecha que tuvieron la virtud de la quietud. Su toreo carece de hondura, pero todo aquello que le falta de experiencia le sobra en cambio de ¨¢nimo.