La cuestion taurina

-El Gobierno regional va a tener que enfrentarse con la cuesti¨®n taurina: un vidrioso asunto, una patata caliente un supuesto compromiso menor en el que, nadie repara hasta que le estalla encima.La Comunidad de Madrid es propietaria de la plaza de toros de Las Ventas, lo cual equivale a decir que tiene. la llave de la fiesta de los toros en todo el pa¨ªs. Las Ventas es la plaza que marca la pa¨²ta de la temporada taurina, la que pone y quita, la que crea figuras y desmitifica suced¨¢neos, la ¨²nica que defiende los valores esenciales. de la fiesta, y a quien intenta dev¨¢luarlos le da para ir pasando.. Quiere decirse que la plaza de Las Ventas cuenta con una clientela fija, ¨¢dicta al es pect¨¢culo taurino, conocedora, de su historia y sus entresijos, pendiente de su desarrollo; por tanto, muy dif¨ªcil de enga?ar y merecedora de un respeto. La Comunidad de Madrid artienda el coso a unos empresarios profesionales, previo concurso para que estructuren la temporada, organicen los festejos, combinen los carteles, ¨¢nuncien el toro de cinco, y el torero de veinticinco (de 61 como excepci¨®n, si. de Curro Romero se trata), y as¨ª debe ser, ya que extralimitar¨ªa sus funciones la Administraci¨®n aut¨®noma si pretendiera convertirse en empresaria taurina. Sus responsabilidades, sin embargo, ni desaparecen ni decaen. Precisamente. en el mantenimiento del coso, en las bases del concurso para adjudicaci¨®n,

en la designaci¨®n de la empresa en las facilidade que la otorgue para el mejor desarrollo de sus actividades, en el rigor con que vigile el cumplimiento de las estipulaciones contractuales, en la promoci¨®n del espect¨¢culo y en las atenciones que son debidas a los aficionados madrile?os, tiene centradas el ente aut¨®nomo las principales obligaciones que se derivan de su condici¨®n de propietario de la plaza. de Las Ventas, lo cual, equivale, en la pr¨¢ctica, a poseer la exclusiva, de la fiesta de toros en Madrid.Actualmente hay una empresa arrendataria, Toresma

-quiz¨¢ deber¨ªa decirse concesionaria, en reginien de cogesti¨®n-, y viene organizado, los festejos taurinos sin excesivas cr¨ªticas por parte de los aficionados. Principalmente ha entendido bien el car¨¢cter de plaza de temporada que tiene Las Ventas, y la programaci¨®n de festejos es buena en general, con independencia de que algunas combinaciones con cretas de toros y toreros sean discutibles.Distinto es saber c¨®mo se gest¨® esa empresa, qui¨¦nes entraron a formar parte de ella cuando particip¨® en el concurso de arrendamiento y que apoyos tuvo para ganarlo. Seg¨²n todos los indicios, intervinieron dos ministros socialistas, y es obvio que la Administraci¨®n autonoma socialista fue la que le adjudic¨® la plaza. Luego vinieron algunos retoques en las condiciones para su explotaci¨®n, que coven¨ªan a los empresarios.El m¨¢s importante consisti¨® en reducir la temporada, modificando las fechas m¨ªnimas de comienzo y conclusi¨®n. Donde dec¨ªa "La temporada empezar¨¢ no despu¨¦s, del primer de domingo de marzo y terminar¨¢ no ant¨¦s del ¨²ltimo domineo de octubre."- pas¨¦ a decir:

La temporada . empezara no despu¨¦s del segundo,do

mingo demarzo y no antes,del domingo siguiente al 12 de octubre". De un plumazo se suprim¨ªan tres festejos, con lo cual dejaron sin toros tres domingos a los aficionados madrile?os.Suelen aducir los empresarios que son irrelevantes e¨¢tas funciones, pues en esas fechas, hace mal tiempo

y no acude p¨²blico a la plaza, lo cual est¨¢ por ver.. Independientemente de la petulancia que supone hacer presunciones fijas en algo tan variable como la meteorolog¨ªa; el, mismo argumento econ¨®mico que sientan losempresarios para no dar esas tres corridas servir¨ªa para rescindirles el contrato; puesto que si son incapaces de montar unos carteles en marzo y 1 octubre que atraigan al p¨²blico, o de asumir las p¨¦rdidas corres pondientes cuando con las. ferias ganan. una millonada, es que no sirven para ser empresarios de la hist¨®rica plaza de Las Ventas, tambi¨¦n considerada la prime ra, del mundo. La nueva Administraci¨®n aut¨®noma deber¨ªa anular esa modificacion regresiva de la temporada capitalina, habida cuenta de que, aun registrando p¨¦rdida esos tres festejos suprimidos, el volumen, general del negocio es altamente positivo y resultan muy sustanciosos los balances finales de cada temporada. Y a¨²n podr¨ªa hacer mas por la fiesta de toros en la Comunidad, como premiar con descuentos u otros alicientes a los aficionados asiduos al coso, apoyar la escuela de tauromaquia, promover la organizaci¨®n de festejos en los numerosos pueblos madrile?os donde hay una nutrida y arraigada afici¨®n., Todo ello se -considera factible, si es que el nuevo Gobierno - aut¨®nomo llega con proyectos e inquietudes reales respecto a la fiesta de toros en Madrid'. Hay, expectaci¨®n entre los aficionados,, aunque muchos son escepticos y auguran que todo seguir¨¢ igual o quiz¨¢ peor: "La derecha se aliar¨¢, siempre con el capital, y los empresarios son capital" se oye decir. Y probablemente no sea cierto. Pero, si lo fuese, a los pol¨ªticos que se han hecho cargo de la Comunidad no, se les arrendar¨ªa la ganancia. Tiempo les falta a los madrile?os -siempre sinceros, directos y combativos- para airear. los trapos sucios en el propio coso. Lo hacen con la multitud por testigo, a voces y bien clarito. Y lo bueno es que se les entiende todo, todo,, todo