Cousteau pide a Chirac que "tenga valent¨ªa" para parar las pruebas

El comandante Jacques-Yves Cousteau una de las personalidades m¨¢s respetadas y populares de Francia, pidi¨® ayer al presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, que detenga su plan nuclear. "Me gustar¨ªa que el presidente cambiase de opini¨®n en el ¨²ltimo momento, no se protege un pa¨ªs haciendo estallar bombas bajo tierra", declar¨® Cousteau a una emisora de radio. "Parad, parad inmediatamente, que no sufrir¨¢ vuestra reputaci¨®n, al contrario. Si usted tiene el valor de parar ahora, saldr¨ªa engrandecido a los ojos de mundo".Junto a las peticiones de destacadas personalidades, prosiguen las protestas en medio mundo. En Santiago de Chile, un grupo de personas vertieron varias botellas de vino franc¨¦s en la puerta de la embajada. En Mosc¨² y Buenos Aires varios activistas fueron detenidos por protestar contra las pruebas nucleares y en Madrid medio centenar de ecologistas se concentraron ante la residencia del embajador franc¨¦s hacia las ocho de la tarde de ayer con intenci¨®n de hacer sonar una sirena cada dos minutos durante la noche.

En Papeete, la capital de Tahit¨ª, una cuarentena de parlamentarios de 10 pa¨ªses, entre los que no hab¨ªa ning¨²n espa?ol, antes de embarcarse hacia la zona adonde se dirigen para protestar por las pruebas, realizaron un llamamiento "por un [oc¨¦ano] Pac¨ªfico sin armas nucleares".

Asimismo, el Gobierno australiano llam¨® ayer a cap¨ªtulo al embajador franc¨¦s en Canberra para hacer patente su protesta por la captura de los barcos de Greenpeace, sobre todo el que lleva el nombre de la organizaci¨®n ecologista, que fue abordado en aguas internacionales. Por ello, Greenpeace se plantea la posibilidad de iniciar un pleito legal.

Por otra parte, el espa?ol que secuestr¨® el domingo un Airbus de la compa?¨ªa francesa Air Inter se someti¨® ayer en Ginebra a un examen psiqui¨¢trico cuyo resultado no ha sido revelado. Carlos Santolaya fue detenido por el Grupo de Intervenci¨®n de la Polic¨ªa suiza. Las amenazas de Santolaya, que dijo disponer de una bomba accionable mediante un tel¨¦fono m¨®vil, resultaron ser falsas. Su protesta, asegur¨®, estaba relacionada con las pruebas nucleares.