El Deportivo se pierde en el patatal chipriota

Deb¨² con partido horroroso. El Deportivo cumpli¨® estrictamente la tradici¨®n de su reciente carrera europea. Al menos esta vez no perdi¨® como los dos ¨²ltimos a?os, pero su aspecto volvi¨® a ser triste y desvalido. En sus tres participaciones europeas, el equipo gallego muestra una curiosa trayectoria: aunque rara mente decepciona en las citas con los grandes, sufre m¨¢s all¨¢ de lo tolerable ante cualquier escuadra de medio pelo.Ayer en Nicosia no fue una excepci¨®n. Rutinario y plomizo, el Deportivo se qued¨® clavado sobre el patatal chipriota, un c¨¦sped indigno de un partido de sol teros contra casados, pero que es admitido para una competici¨®n europea. En medio de la ruindad general, las ¨¢reas fueron zonas prohibidas. Incluso el Apoel, una irrelevancia futbol¨ªstica, las pis¨® con m¨¢s determinaci¨®n por que est¨¢ m¨¢s acostumbrado a las cat¨¢strofes, y tuvo la ¨²nica oportunidad clara de gol, a falta solamente de diez minutos para el final.

Al Deportivo le faltaban adem¨¢s sus mejores futbolistas (Fran y Bebeto) y sosten¨ªa su centro del campo sobre un hombre, Mauro Silva, que hasta ayer llevaba, ocho meses sin jugar un partido completo. Son factores que rebajan el nivel de exigencia, pero tampoco justifican por completo un partido tan desesperante como el que ofrecieron los gallegos en Nicosia, sobre todo en una primera parte en la que los chipriotas, el paradigma de la tosquedad, pisaron el ¨¢rea contraria con bastante m¨¢s determinaci¨®n que el. Deportivo. Los gallegos ni siquiera tuvieron el bal¨®n. No hubo ni un pase con un gramo de ingenio o un desmarque interesante. El ataque de los blanquiazules estuvo tan est¨¢tico que no hubiese sorprendido ni a un elefante en plena siesta.

Toshack reestructur¨® el equipo tras el descanso y, aunque el tono general no vari¨®, logr¨® al menos alegrarle un poco la cara. El gal¨¦s prescindi¨® del ap¨¢tico Radchenko para buscar un apoyo a Mauro Silva en la direcci¨®n del equipo. Escogi¨® a un muchacho del filial, Viqueira, uno de los tres que jugaron anoche, junto a Cascallar y David. Viqueira, con 21 a?os, que ya hab¨ªa debutado la temporada anterior en partidos de Copa del Rey, fue el sost¨¦n que necesitaba la l¨ªnea medular coru?esa. El Deportivo recuper¨® balones con mayor facilidad y el chaval exhibi¨® criterio en la distribuci¨®n. A falta de otras virtudes, los gallegos pasaron a controlar el juego. Ganaron en ritmo y vigor. Pero poco m¨¢s.