Hada con ardor
Un poco de magia no le viene mal a nadie en la ciudad de los timbres y las ruedas. Y si viene con m¨²sica, mejor. Eso es al fin lo que transmite Bj?rk, que nos ha visitado por segunda vez este a?o, presentando en esta ocasi¨®n lo que es tambi¨¦n su segundo trabajo, Post. La sala La Riviera, con todas las localidades vendidas, fue refugio de la lluvia para un p¨²blico que presenci¨® a la islandesa y su banda tocado por el ardor y la admiraci¨®n: un verdadero signo de amor ante un concierto de m¨²sica reversible, disonante, pero perfectamente disuelta en los ritmos bailables que Bj?rk utiliza como excusa para acompa?ar su voz, el m¨¢s poderoso im¨¢n de atracci¨®n entre otros atractivos m¨¢s obvios.En este concierto madrile?o de su gira del 95, el acompa?amiento se centr¨® en dos teclados (que recurrieron al sonido del clavicordio en m¨¢s de una ocasi¨®n); un acorde¨®n, inclinado hacia combinaciones musicales orientalistas; un percusionista y un disc jockey, que sin duda es la figura definitiva de la m¨²sica de los noventa y, por supuesto, tambi¨¦n de Bj?rk. Son los nuevos m¨²sicos que, como Tricki, colaborador asiduo de la islandesa, con la que comparte algunas composiciones de Post, han revolucionado el sonido.
Bj?rk
Bj?rk (voz), Allan Arthur, Guy Sigsworth (teclados), Leila Arab (teclados), disc jockey Jowie Bernstein, James Trevor Morais (percusiones), Suzie Lynne Katayama (acorde¨®n).Sala La Riviera. Entradas: 2.500. Madrid, 18 de septiembre.
Bj?rk sali¨® al lugar de la acci¨®n vestida con un traje rosa sin mangas y, saltarina como siempre, cant¨® con la percepci¨®n de ser due?a absoluta del don de su voz; imposible reconocer una rotura, un fallo en su timbre de hielo que siempre canta canciones de amor. Arropada por una escenograf¨ªa sobria, el concierto dur¨® una hora y cuarto escasa en la que las nuevas canciones coparon el grueso de la noche, pero en la que Bj?rk reinterpret¨® Human behaviour y Venus as a boy, entre otras, de su primer trabajo, Debut, algo que hizo sin concesiones a la comercialidad; quiz¨¢ por eso el supuesto fr¨ªo se hizo presente en forma de ardor.
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