Con sabor americano
La actuaci¨®n de Ballesteros, la principal inc¨®gnita del equipo europeo frente a EE UU
El irland¨¦s Philip Walton se desvela cada noche y lava sus dientes con agua mineral para no contraer una infecci¨®n que le impida jugar la Ryder Cup. El estadounidense Davis Love confiesa: "Es la ¨²nica competici¨®n en la que tiemblo". No hay premios en met¨¢lico. El patriotismo de los americanos, favoritos por la ausencia de Jos¨¦ Mar¨ªa Olaz¨¢bal y la irregularidad de Severiano Ballesteros, y el ansia de los europeos, similar al de un Real Madrid-Barcelona, ser¨¢ sazonado por el fervor de miles de aficionados a partir de hoy en Rochester (estado de Nueva York).Los duelos EE UU-Europa comenzaron en 1979, despu¨¦s de que desde 1927 la Copa Ryder la hubieran disputado Gran Breta?a y Estados Unidos. La hegemon¨ªa estadounidense se mantuvo hasta 1983, pero ah¨ª se quebr¨® con tres victorias europeas replicadas por los norteamericanos en 1991 y 1993. La sede salta de continente cada vez; la de 1997 ha sido adjudicada a Sotogrande (C¨¢diz).
Del creciente pique entre ambas escuadras y el progresivo inter¨¦s de la Ryder Cup tienen buena parte de la culpa dos espa?oles. Ballesteros -el jugador que ha ganado m¨¢s puntos (27,5) en la historia del trofeo- uni¨® talento, eficacia y entusiasmo para convencer a sus millonarios colegas europeos de que se puede competir con ardor y sin dinero.
La lesi¨®n en un pie de Olaz¨¢bal contribuye a la ventaja te¨®rica de los estadounidenses, que cuentan a favor su estilo, m¨¢s preciso que potente, se adapta mejor a los campos de su pa¨ªs, menos asilvestrados que los europeos.
Contra la abundancia de muy eficientes jornaleros Gugadores sin un palmar¨¦s brillante pero. muy regulares) en la escuadra de EE UU -sus mayores talentos son Corey Pavin (7? del mundo) y Fred Couples (8?)-, los europeos oponen a tres ases en muy buena forma -Nick Faldo (3?), Bernhard Langer (4?) y Colin Montgomerie (6?)- y un equipo muy motivado y m¨¢s experimentado, aunque menos homog¨¦neo. Con especial hincapi¨¦ en Ballesteros que, seg¨²n Bernard Gallacher, el capit¨¢n, "no ha dejado de hablar de la pr¨®xima Ryder Cup desde el d¨ªa en que termin¨® la. anterior".
En Rochester todo est¨¢ agotado desde hace meses: las entradas, las habitaciones en 100 kil¨®metros a la redonda y las acreditaciones para periodistas. La marabunta multicolor invadir¨¢ hoy desde las 06.30 (el juego comienza a las 08.00, hora local, 14.00 en Madrid) el Oak Hill Country Club para ver a sus angustiados ¨ªdolos.
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