Cuidado, puede ser irresistible
Es un teatro que se queda antiguo. Con relaci¨®n a la vida; porque no ha comparaci¨®n con lo que ser¨ªa, si existiera, un teatro actual, contempor¨¢neo nuestro, moderno. Tenemos que aprovecharnos del que se escribi¨® antes, y no basta. Esta obra, en 1941; no se estren¨® hasta 1959, y ya estaba "modernizada" por otros (muerto el autor en 1956): mas brechetiana, con m¨²sica y canciones. Lo que se escribi¨® como una par¨¢bola, como una met¨¢fora de la vida que suced¨ªa fuera del escenario, era ya un fragmento de historia pasada. La met¨¢fora es la superposici¨®n de dos acontecimientos: la ascensi¨®n de Hitler en Alemania, la de cualquier g¨¢ngster -sea Arturo Ui; o Al Capone- en Chicago.El g¨¢ngster va poco a poco metamorfoseandose en Hitler. Y sus compa?eros llevan nombres de sonido parecido al de la historia de Alemania: Roma es Roehm, Dogsborough es Hindemburg. La noche de los cuchillos largos es la de la matanza de San Valentin.... Y el t¨ªtulo, la "resistible ascensi¨®n" (aqu¨ª, "evitable") ten¨ªa la pedagog¨ªa de aclarar que no . es algo a lo que se tenga que ceder de una manera inevitable. Hay que oponerse. Es decir, hay que militar el antifascismo. Hoy, cuando el antifascismo puede ser una forma del fascismo y la democracia es una antidemocracia -o, por lo menos, a-democracia- es mas dif¨ªcil de sostener esta idea. Pero no hay ning¨²n Brecht capaz de explicarlo en el teatro, y temo que en el cine tampoco. En cuanto a trasuntos de Hitler, en una ligera cuenta hay posiblemente m¨¢s de cien en el mundo, algunos apoyados por los antifascistas hist¨®ricos de occidente, otros indiferentes y alguno contenido, cuando interesa. El gangsterismo ha progresado en todo el mundo en forma de tr¨¢fico de drogas -y algunos tr¨¢ficos menores, y unos negocios de dinero negro- y¨²starnos viendo la profundidad a que lleg¨® en el pa¨ªs fundador de la mafia. Completamente irresistible.
La evitable ascensi¨®n de Arturo Ui
La evitable ascensi¨®n de Arturo Ui, de Bertolt Brecht (1941), traducci¨®n de Miguel S¨¢enz. M¨²sica y canciones, Hosalle; direcci¨®n musical de Mariano D¨ªaz. Int¨¦rpretes: Fidel Almansa, Vicente Cuesta, V¨ªctor Manuel Dogar, Nuria Gallardo, Paco Hern¨¢ndez, Carlos Ibarra, Alfred Lucchetti, Juan Meseguer, Blas Moya, Victor Villate, Fernando Sansegundo. Espacio esc¨¦nico: Francisco Leal y J.C. Plaza. Figurines de Pedro Moreno. Direcci¨®n: Jos¨¦ Carlos Plaza. Festival de Oto?o 1995, Teatro Bellas Artes.
Es inevitable la entrada en pol¨ªtica, puesto que es una obra pol¨ªtica. Pero solo una maldad asnal puede utilizarla para comparaciones con la situaci¨®n espa?ola actual y tratar de derivar a Felipe Gonz¨¢lez al papel de Arturo Ui. Se ha hecho, por escrito, por alg¨²n cazarecompensas. El periodismo tiene muchos Arturos Ui: es, incluso, tradicional.
Teatralmente, esta obra, que tiene la calidad con que Jos¨¦ Carlos Plaza trata siempre todas sus construcciones, es como un paradigma de Brecht. Era as¨ª, ide¨® su teatro as¨ª, y as¨ª queda resuelto. Plaza maneja un reparto no muy rico de talentos, lo aprovecha bien y conduce perfectamente a Fernando Sansegundo en su transici¨®n de aspirante, o de candidato, a la del mal triunfante. Es el mejor, y quien recibe m¨¢s aplausos en una tarde de domingo, con el teatro m¨¢s que mediado de espectadores. No s¨¦ si todos comprenden el alcance de la met¨¢fora, porque las claves de la peque?a historia, sus nombres, se disuelven con el tiempo, hasta el incendio del Reichstag y, sobre todo, el juicio al desgraciado al que se design¨® como culpable; pero que si est¨¢n predispuestos a recibir perfectamente las se?ales de peligro: que no cesan, sean cuales sean sus nomenclaturas.
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