Torer¨ªsimo Ra¨²l Aranda

Lo m¨¢s destacado fue la torer¨ªsima faena de Ra¨²l Aranda al cuarto y el gran juego dado por dos toros de Mar¨ªa Luisa Dom¨ªnguez. La corrida, de extraordinaria presencia y serias encornaduras, alcanz¨® con los dos ejemplares citados altas cotas y fue una l¨¢stima que, por ser devuelto a los corrales, no pudiese comprobarse si el sexto pod¨ªa, con su bravura, sobreponerse a una debilidad, que tampoco fue escandalosa.

Ra¨²l Aranda no consigui¨® acoplarse con su primero, que no humill¨® en ning¨²n momento. Al cuarto, a pesar de su bravura, le taparon la salida en varas, pero lleg¨® a la muleta noble, vini¨¦ndose de lejos con alegr¨ªa. Ra¨²l Aranda lo mulete¨® exquisitamente y con gran temple y torer¨ªa, en los medios. Adem¨¢s, luci¨® al toro, d¨¢ndole aire y distancia. Una estoca-, da en la cruz y dos descabellos dieron paso al justo premio de una. oreja. En suma, una art¨ªstica faena propia de una figura del toreo.

A pesar de su voluntad, El Molinero no ejerci¨® ante el bravo segundo el dominio que ¨¦ste ped¨ªa. En, el quinto instrument¨® buenos muletazos cuando supo adaptarse a la poca velocidad del astado, que transmit¨ªa muy poca emoci¨®n. Gracias al presidente y al paisanaje, fue obsequiado con una oreja.

Pep¨ªn Liria tuvo que v¨¦rselas con dos p¨¢jaros imposibles. Estuvo valent¨ªsimo, aunque con resultados no muy brillantes. Demostr¨® su honradez y sus ganas de agradar, aunque se fuese de vac¨ªo.