El padre de todos los efectos
?Cu¨¢les son las primeras im¨¢genes cinematogr¨¢ficas que m¨¢s te impactaron? Es ¨¦sta una pregunta que suele plantearse entre cin¨¦filos. Servidor tiene muy claras las suyas: son las del viajero Simbad manteniendo un duelo a sable con un esqueleto y forman parte de Simbad y la princesa, de Nathan Juran, que el martes se proyect¨® en Sitges como parte del homenaje al responsable de esos y tantos otros efectos especiales, Ray Harryhausen.Este venerable anciano ha recibido este a?o un premio del festival, una reproducci¨®n del artefacto en que se embarcaba Rod Taylor en el cl¨¢sico de Goerge Pal La m¨¢quina del tiempo. Y nadie duda de que se lo merece. Le toc¨® trabajar en una ¨¦poca en la que no exist¨ªan los ordenadores y en la que los efectos especiales se hac¨ªan, como si dij¨¦ramos, a mano. De todas maneras, los esqueletos del se?or Harryhausen me enternecen y divierten mucho m¨¢s que los que se sac¨® de la manga Sam Raimi en la tercera parte de su trilog¨ªa Evil dead. Y sus dinosaurios siempre me han ca¨ªdo m¨¢s simp¨¢ticos que las computadorizadas criaturas gracias a las cuales se forr¨® el ri?¨®n, una vez m¨¢s, Steven Spielberg con su Parque jur¨¢sico.
En los a?os sesenta todo era m¨¢s dif¨ªcil, m¨¢s artesanal. Pero el gran Harryhausen consigui¨® que los ni?os de la ¨¦poca babe¨¢ramos con piezas maestras del g¨¦nero fant¨¢stico como Simbad y la princesa, Jason y los argonautas y Hace un mill¨®n de a?os.
A su manera, Harryhausen logr¨® tambi¨¦n excitar la libido de los preadolescentes de entonces porque en sus pel¨ªculas de ambiente prehist¨®rico sal¨ªan unas caveln¨ªcolas en biquini que, junto con las chicas Bond, despertaron sexualmente a m¨¢s de uno. Gracias a actrices que serian famosas (la Raquel We1ch de Hace un mill¨®n de a?os) y a starlettes que nunca llegar¨ªan muy lejos (la descomunal Victoria Vetri de Cuando los dinosaurios dominaban la Tierra), cualquier cr¨ªo barcelon¨¦s de finales de los sesenta pudo intuir las alegr¨ªas del contacto heterosexual.
No s¨¦ si Ray Harryhausen era consciente de eso en la ¨¦poca o s¨®lo pensaba en c¨®mo mover a sus dinosaurios y a sus esqueletos de manera cre¨ªble, pero uno, personalmente, le est¨¢ muy agradecido por un sentimiento que no tiene mucho que ver con los efectos especiales.
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