La ingenuidad de Viola
El fichaje m¨¢s caro del Valencia acusa a Roig de enga?arle y el club quiere que se vaya
"Mi n¨²mero de tel¨¦fono es ( ... ) Quien quiera llamarme, que me llame". Con este gesto ante c¨¢maras y emisoras de radio, el jugador del Valencia Paulo Sergio Rosa, Viola, de- 26 a?os, plasm¨® una candidez inusual, pero tambi¨¦n un deseo de comunicarse con el exterior. "Fui inocente, cre¨ª que las c¨¢maras estaban apagadas", recuerda sonriente Viola, satisfecho porque la mayor¨ªa de quienes le llamaron lo hicieron para darle ¨¢nimos. Fue el momento en el que el fichaje m¨¢s caro de la historia del Valencia (cost¨® 500 millones) acus¨® al presidente, Francisco Roig, y al secretario t¨¦cnico, Jes¨²s Mart¨ªnez, de tratarle "como un payaso" y de haberle enga?ado en algunos detalles del contrato. El Valencia le ha abierto un expediente y suspira porque se marche.En el tiempo transcurrido desde que lleg¨® a Valencia, el pasado 13 de agosto, Viola ha percibido un profundo cambio en el trato del presidente, a medida que el futbolista no respond¨ªa a las expectativas levantadas. "?se es mi principal defecto: creo en las personas", apunta Viola, indignado con las incumplidas promesas del presidente: los pasajes de avi¨®n para su hija y sus padres (residentes en Brasil) y el pago mensual del contrato de imagen han quedado en papel mojado. No hay billetes y el pago del contrato ser¨¢ bianual.
Del insomnio al encanto
Las airadas acusaciones de Viola parecen haber tenido un efecto bals¨¢mico en el jugador, que, despu¨¦s de semanas con problemas de insomnio, asegura estar encantado con la ciudad y la gente. "Salimos a comer, a la playa, al cine... y nos encanta el arroz a banda, las naranjas y los melones -"mucho m¨¢s dulces que en Brasil", se?ala Leila, su esposa-.Rompe as¨ª el jugador la imagen de asilamiento que ha transmitido en estos dos meses. "Soy extrovertido. Siempre me hago fotos con los aficionados y firmo aut¨®grafos. Adem¨¢s, cuando vienen los ni?os de la urbanizaci¨®n, voy a jugar con ellos al f¨²tbol o a montar en bici. Los ni?os, son los mejores para 'aprender a hablar espa?ol". El futbolista, no obstante, recuerda que de no ser por Mazinho y Valeriana, su esposa, no hubiera salido de casa, pese a que no tiene queja alguna de sus compa?eros y el t¨¦cnico, Luis Aragon¨¦s, una de las personas que m¨¢s le ha ayudado.
Procedente de una familia humilde de S¨¢o Paulo, Viola debut¨® con el Corinthians a los 18 a?os, de donde sali¨® el pasado verano para fichar por el Valencia. "Mi madre no sab¨ªa leer ni escribir, pero yo, con mucho esfuerzo, llegu¨¦ a campe¨®n del inundo", recuerda el futbolista, que, debe su apodo a las botas del colegio.
"Poco a poco iremos conociendo Valencia, despu¨¦s Barcelona, Madrid y otras ciudades". La intenci¨®n de Viola es firme: cumplir su contrato de tres a?os. Cree que la gente es muy parecida a Brasil ("el calor y el cari?o"). aunque el f¨²tbol es distinto -"aqu¨ª es mucho m¨¢s corrido"-.
El club, sin embargo, intenta desprenderse de ¨¦l sin perder dinero. - Desde la entidad han lanzado dos an¨¦cdotas para desprestigiarle. En la primera aseguran que cuando la empresa Ford firm¨® el contrato de patrocinio con el Valencia y regal¨® un coche a los dos campeones del mundo -Viola y Mazinho-, Lelia, la esposa del primero, reclam¨® el suyo. Ella, sin embargo, afirma que lo pidi¨® en broma. La otra an¨¦cdota apunta a que Viola pretend¨ªa colocar publicidad de Coca-Cola en la camiseta del Valencia. ?l da otra versi¨®n: "En Brasil, los contratos de imagen son del jugador. Aqu¨ª son de los clubes, pero yo no lo sab¨ªa y Jes¨²s Mart¨ªnez me present¨® un contrato de imagen en el que yo podr¨ªa mantener, fuera de la concentraci¨®n del Valencia, mi contrato con Puma. Despu¨¦s trajo un contrato distinto en el que me lo prohib¨ªa".
Otra de las piedras enviadas desde el club se dirigen hacia su fugaz paso por Albacete. "Cuando llegu¨¦ me ofrecieron un contrato de 12.000 d¨®lares mensuales. Ganaba m¨¢s en Brasil". En Valencia cobra cerca de 100 millones.
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