Los republicanos critican a Farrakhan y Clinton tras la marcha a Washington
El lunes marcharon los negros, y ayer los republicanos salieron en defensa de los blancos. Los principales dirigentes del Partido Conservador criticaron al l¨ªder de la manifestaci¨®n celebrada en Washington, Louis Farrakhan, por propagar un mensaje de divisi¨®n, y al presidente Bill Clinton por no denunciar categ¨®ricamente al predicador musulm¨¢n y por haber aceptado que existe racismo en Estados Unidos.
"Estoy sorprendido y desalentado de que el presidente Clinton no tuviese el coraje moral de denunciar a Louis Farrakhan por su nombre", declar¨® el principal candidato republicano a la presidencia, Rob Dole. "Farrakhan es un racista y un antisemita trastornado por el odio. No tiene sitio en la vida p¨²blica norteamericana, y todos los que tenemos posiciones dirigentes hemos de decirlo as¨ª. Tambi¨¦n lamento la implicaci¨®n hecha por el presidente de Estados Unidos de que la nuestra es una naci¨®n racista".Bill Clinton hab¨ªa hecho una alusi¨®n el lunes a Farrakhan como un hombre de "mala voluntad", pero no lo mencion¨® por su, nombre. Al mismo tiempo, el presidente critic¨® la actuaci¨®n de ciertos polic¨ªas blancos contra los negros y admiti¨® que "los negros tienen raz¨®n" cuando se quejan de algunas condiciones de discriminaci¨®n en las que viven.
El presidente de la C¨¢mara de Representantes, Newt Gingrich, advirti¨® que todo el pa¨ªs est¨¢ "obligado a reflexionar" sobre el hecho de que "un notorio antisemita" haya reunido "quiz¨¢ la m¨¢s grande concentraci¨®n de la historia".
Seg¨²n las cifras oficiales, suministradas por la polic¨ªa de parques, la marcha sobre Washington reuni¨® a 400.000 hombres negros (las mujeres estaban excluidas del acto por decisi¨®n de los convocantes), 200.000 menos que la protesta contra la guerra de Vietnam en 1968, pero 150.000 m¨¢s que el discurso de Martin Luther King en 1963. Los organizadores de la manifestaci¨®n dijeron, haber reunido en la explanada del Capitolio a m¨¢s de un mill¨®n y medio de personas.
La marcha, y sobre todo el discurso de Farrakhan, alimentaron el conflicto que desde hace a?os enfrenta a negros y jud¨ªos. Abraham. Foxman, presidente de la Liga Antidif¨¢maci¨®n, que vigila el comportamiento de los movimientos extremistas, y que alcanz¨® notoriedad por su denuncia de las milicias de ultraderecha, afirm¨® que las palabras de Farrakhan no contribuyen al di¨¢logo entre los dos grupos. "Fue una mezcla de religi¨®n, metaf¨ªsica, raz¨®n, emoci¨®n, psicolog¨ªa y pol¨ªtica. Hubo momentos de verdadero mensaje espiritual y momentos de demagogia amenazante", opin¨®.
Pese a que en un momento de su intervenci¨®n de casi dos horas y media de duraci¨®n Farrakhan tendi¨® una mano hacia la "reconciliaci¨®n" con los jud¨ªos a los que d¨ªas antes hab¨ªa llamado "chupasangres"-, representantes de esa comunidad han afirmado que el di¨¢logo no ser¨¢ posible hasta que el, presidente de la Naci¨®n del Islam pida p¨²blicamente disculpas por sus repetidas ofensas. "Por el momento, no vemos ninguna posibilidad de encuentro". declar¨® un portavoz del Comit¨¦ Jud¨ªo Americano.
Entre los dirigentes negros, sin embargo, incluso entre los m¨¢s moderados, la marcha sobre Washington represent¨® un punto de partida para la soluci¨®n de los problemas que afectan a esa minor¨ªa, el 12% de la poblaci¨®n de EE UU.
El reverendo Benjamin Chavis que fue el principal organizador de la manifestaci¨®n, dijo que "la medida del ¨¦xito de "la marcha se tendr¨¢ si el crimen entre negros desciende, si la adicci¨®n a las drogas se reduce, si la educaci¨®n se incrementa y si la atenci¨®n de los hombres negros a sus familias crece".
John Lewis, un congresista de Georgia que en el pasado tuvo gran relevancia en el movimiento negro, pero que marc¨® distancias con la marcha de Washington, consider¨¦ que Farrakhan hab¨ªa hablado como un l¨ªder de "toda la comunidad afroamericana" y que sus palabras hab¨ªan sido "alentadoras".
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