Los cad¨¢veres exquisitos

Como dice mi admirado periodista Manuel Alc¨¢ntara, "Vivir perjudica seriamente la salud". Por ello, deber¨ªamos levantarnos muy temprano, ayudados por el agradable sonido del despertador que nos anuncia que son las 6.30 de la madrugada e ir corriendo al frigor¨ªfico para ingerir un zumito de pomelo. Despu¨¦s realizar una tabla de ejercicios que nos ayudar¨¢n a moldear el cuerpo y adquirir el tono muscular deseado. Ser¨¢ necesario que hagamos jogging por el parque cercano, para oxigenar los pulmones y recibir el d¨ªa descargando toxinas inc¨®modas.Regresaremos a casa y tonificaremos el cuerpo con una ducha caliente, que culminar¨¢ con un ¨²ltimo aclarado en agua helada activando nuestra circulaci¨®n sangu¨ªnea. Acudiremos al trabajo con el est¨®mago lleno de un pu?ado de cereales (acompa?ados de leche desnatada) y de una manzana.

Nos olvidaremos del estr¨¦s y desarrollaremos nuestra labor diaria con paciencia y esmero, sonriendo al merluzo que haga una pifia con el coche y al empleado de turno, que se pasa el d¨ªa llamando a una novia que trabaja de au-pair en Londres. Todo ello, bien aderezado con unas ramitas de lechuga en la comida y un pescadito a la plancha en la cena y regado por un agua mineral cosecha del 95. Utilizaremos mascarilla en la calle, por si en el ambiente deambula el humo de alg¨²n cigarrillo que alg¨²n indeseable ha encendido sin previa consulta, y embadurnaremos nuestro cuerpo con una crema de protecci¨®n solar -¨ªndice 85-, por si alg¨²n rayo de sol traicionero ha osado rozarnos la piel.

Con ellos, las autoridades sanitarias habr¨¢n conseguido crear a un buen n¨²mero de aprensivos, que llegar¨¢n impolutos a la muerte. Ser¨¢n Cad¨¢veres exquisitos, como el t¨ªtulo de la escritora Patricia Highsmith, y los embalsamadores pasar¨¢n a engrosar las listas del paro. Todos habremos conseguido el objetivo, aplazar nuestra muerte y llevar unos h¨¢bitos de vida saludables, con el firme prop¨®sito de borrar cualquier rastro de arruga en el rostro y en el interior de nuestro organismo. Pero lo peor de todo es que se nos habr¨¢ olvidado vivir y yo, como dice Alc¨¢ntara, respeto las opiniones, pero prefiero residir menos tiempo en la tierra, pero m¨¢s intensamente y m¨¢s ancha-