Los grandes del rock rinden homenaje a Leonard Cohen interpretando sus canciones
Bono, Sting, Billy Joel y Elton John, entre otros, participan en 'Tower of songs'
Leonard Cohen recomienda, con una buena dosis de cinismo, que todo el mundo se lance a consumir Prozac, el antidepresivo "que inhibe el deseo sexual" y ha sido lan zado, como ant¨ªdoto "por los mismos creadores de la pornogr¨¢fica cultura de la ansiedad que nos domina". La fama de canadiense lac¨®nico e insatisfecho le sirve para dar rienda suelta a un particular sentido del humor. ?ltimamente est¨¢ contento, dice, y a ello no es ajeno el disco de versiones Tower of songs, en el que los grandes del rock interpretan sus mejores canciones y que acaba de ser publicado en Espa?a.
Bono, Sting & The Chieftains, Billy Joel, Suzanne Vega, Peter Gabriel, Elton John, Aaron Neville, Don Henley, Trisha Yearwood, Tori Amos, Willie Nelson, Jann Arden y Martin Gore son los m¨²sicos que han grabado, para la firma A&M Records, los temas m¨¢s conocidos del compositor, desde Suzanne hasta Sisters of mercy, pasando por No hay cura para el amor.Poeta y m¨²sico, Leonard Cohen sigue pensando que el t¨ªtulo de esta ¨²ltima canci¨®n da una peque?a pista al abordar una de las complejidades de la sociedad del bienestar: el deseo y la ansiedad que genera. Y a la pregunta de qu¨¦ piensa del Prozac y de la nueva generaci¨®n de tranquilizantes un cantante que ha sido calificado como "el canadiense depresivo" o el "crooner l¨²gubre", Cohen, en conversaci¨®n telef¨®nica desde su casa de Los ?ngeles, responde con un ataque a lo que ¨¦l denoina un "sistema cultural pornogr¨¢fico". El cantante no pone en duda los avances de la farmacolog¨ªa porque su acidez se detiene en un problema de fondo: los continuos est¨ªmulos, la mayor¨ªa de las veces falsos, lanzados por una industria de consumo cada vez m¨¢s depurada y poderosa. "Tanto, que son ellos mismos los que despu¨¦s de crear el deseo se ven obligados a inventar el ant¨ªdoto para calmar la ansiedad que su incumplimiento ha provocado".
La cr¨ªtica de Cohen, de 60 a?os, no es nueva. Siempre ha permanecido fiel a sus or¨ªgenes culturales, de los a?os cincuenta, cuando los beat predicaban como valores morales el humor, la franqueza sexual, la ecolog¨ªa, el pensamiento oriental y el candor pol¨ªtico. En 1960, Leonard Cohen hab¨ªa comprado ya una casa en la isla griega de Hydra que ha mantenido a lo largo de los a?os. Nada m¨¢s alejado de la ansiedad contempor¨¢nea que una fotograf¨ªa de Cohen, sentado con la guitarra en la terraza de su casa griega, mirando sobre los tejados.
El mundo en pedazos
Cohen es amante de hacer declaraciones de las que luego se arrepiente cuando las ve reflejadas en los titulares y suenan grandilocuentes. Una vez dijo: "Cuando peor est¨¢ el mundo, mejor me siento yo". "Tal vez es un ejemplo de mi sentido del humor, tal vez es un simple chiste", afirma ahora. "Aunque a veces nos vemos enfrentados a semejante dosis de adversidad que ella misma te impulsa a levantarte, avanzar un paso m¨¢s, trabajar m¨¢s duro y mantenerte a flote. De todas formas, no quiero utilizar una palabra como mundo para tratar de definirme a m¨ª mismo. Seguro que lo dije fuera de tono, ya que no es una observaci¨®n seria, o es demasiado seria para ser tomada en serio. S¨ª es verdad que a veces, personalmente, cuando todo a mi alrededor se hace pedazos, alcanzo a levantarme m¨¢s r¨¢pidamente".Leonard Cohen tiene una casa en Los ?ngeles desde hace muchos a?os. Normalmente echa pestes sobre esa ciudad, y ha dicho que, po¨¦ticamente, la predicci¨®n de los ge¨®logos de que el mar la invadir¨¢ tras el terremoto ser¨ªa el final adecuado para un lugar tan podrido. Hoy, sin embargo, se refiere a ella de forma positiva, y asegura sentirse contento all¨ª sin necesidad de tranquilizantes. "Soy muy aficionado a Los ?ngeles", explica con su voz grave y cadenciosa. "Me gusta mucho y no s¨¦ explicar por qu¨¦. Puede ser que porque mi ventana mira en una direcci¨®n diferente a Hollywood, seg¨²n observo ahora desde la cocina. Hace tiempo, en una ocasi¨®n en que me encontraba muy solo, llam¨¦ a una empresa de mujeres de compa?¨ªa que eleg¨ª al azar en el list¨ªn telef¨®nico. '?Podr¨ªan mandarme una chica a casa?', dije. La respuesta fue: 'S¨ª, se?or, ?cu¨¢l es su direcci¨®n?'. Se la di y entonces me respondieron: 'Lo siento, se?or, nuestras chicas no visitan ese barrio".
Siempre hay un toque de humor en Leonard Cohen, lo que rompe en parte su aura plomiza y errante. A la pregunta de si no tem¨ªa que los artistas que han participado en el disco de homenaje le tomaran en serio e hicieran un disco demasiado reverente, responde: "?Demasiado reverente? ?No es lo suficientemente reverente! ?Deber¨ªa ser un doble ¨¢lbum!". A quienes destacan su indiferencia por las modas les dice: "Soy indiferente a las modas..., pero voy siempre bien vestido".
Desde los a?os cincuenta, Leonard Cohen ha ido y venido por las listas de ¨¦xitos de una manera irregular. Detr¨¢s quedan 10 libros publicados, entre novelas y poes¨ªa, y 10 ¨¢lbumes editados. Los comienzos fueron como escritor. En 1956 gan¨® un premio de poes¨ªa en Canad¨¢. Su reputaci¨®n fue creciendo y comenz¨® a poner m¨²sica a sus letras. En 1966, Judy Collins interpret¨® la inolvidable Suzanne. Poco despu¨¦s, Cohen era fichado por CBS.
Babelia
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