David Hockney viaja de Bradford a Los ?ngeles en 176 dibujos
Inaugurada en Londres una exposici¨®n del pintor brit¨¢nico
Es evidente que a David Hockney (Bradford, 1937) no le gusta hablar de dinero. Llegado expresamente de Los ?ngeles para asistir a la inauguraci¨®n de la mayor retrospectiva de su obra sobre papel, en la Royal Academy de Londres, Hockney dej¨® constancia de su ingenio, su capacidad para la iron¨ªa, y su escasa voluntad de contestar preguntas inc¨®modas. "Me sent¨ª rico desde el momento en que comprob¨¦ que pod¨ªa ganarme la vida haciendo lo que me gusta", respondi¨® a un periodista que se interesaba por su econom¨ªa. La muestra recorre desde Bradford a Los ?ngeles a trav¨¦s de 176 obras.
A partir de ah¨ª las preguntas fueron m¨¢s et¨¦reas y centradas en su obra. La exposici¨®n recoge 176 dibujos, collages y acuarelas del artista vivo m¨¢s famoso del Reino Unido, desde sus primeros a?os como estudiante de arte en Bradford hasta sus ¨²ltimos trabajos, entre ellos, varios retratos de su madre realizados el a?o pasado.Flanqueado por dos altos cargos de la organizaci¨®n de la muestra que no cesaron de alabarle, David Hockney, de 58 a?os, apareci¨® relajado e ir¨®nico en sus intervenciones. Insisti¨® en la importancia del dibujo "porque nos obliga a abandonar la pereza y a mirar las cosas con ojos nuevos"; en la cualidad personal del arte, y en su desinter¨¦s casi absoluto por los temas comprometidos. "No soy un pintor pol¨ªtico", dijo, pese a que en un momento dado lanz¨® un feroz ataque a los pol¨ªticos por su escasa comprensi¨®n del arte y la belleza, y abog¨® por la libertad del artista para pintar el cuerpo humano, de la forma que mejor le parezca.
Desnudos
Entre sus propios trabajos de los a?os sesenta y setenta, figuran numerosos dibujos de desnudos masculinos, en especial de su amigo Peter Schlesinger. H¨®ckney, que nunca ha ocultado sus inclinaciones homosexuales y que incluso utiliz¨® esa tem¨¢tica de forma militante a comienzos de los a?os sesenta, pone en juego toda su maestr¨ªa para representar el cuerpo masculino, desde un punto de vista mucho m¨¢s er¨®tico de lo que la tradici¨®n cl¨¢sica recoge.Pero la retrospectiva -que se exhibir¨¢ en Londres hasta finales de enero, antes de viajar a Los ?ngeles- empieza por el principio. Los prometedores dibujos del alumno de arte de la escuela de Bradford y los del brillante estudiante de la Escuela de Arte de Londres que se graduar¨ªa con una medalla de oro, cuelgan de las paredes con toda dignidad. Hockney, un apasionado del l¨¢piz, dibuja durante esos a?os todo lo que le rodea. Amigos, vecinos, familiares, una calle de Bradford. En esta primera etapa est¨¢ presente la influencia de los pintores abstractos norteamericanos, que el artista abandonar¨ªa m¨¢s tarde para regresar a la figura humana.
Para los amantes del Hockney m¨¢s conocido, en la sala segunda de la exposici¨®n se exhibe parte de su obra californiana, repleta de color. Las transparentes piscinas y jardines de Los ?ngeles, los bulevares, alguna visi¨®n humanizada, de los rascacielos y un sinf¨ªn de personajes que rodeaban al artista durante aquellos a?os.
Entre los geniales retratos de Hockney son especialmente interesantes los de Andy Warhol, el poeta W. H. Auden, el recientemente desaparecido Stephen Spencer y sus propios padres, retratados a l¨¢piz o, con colores, una y otra vez.
Par¨ªs
Tras una primera etapa en California, el pintor brit¨¢nico vivi¨® dos a?os en Par¨ªs. Ciudad que seg¨²n explic¨® ayer, enseguida se mostr¨® inadecuada para sus disciplinados h¨¢bitos de trabajo."La gente llamaba a la puerta a cualquier hora, as¨ª es que era imposible hacer nada", coment¨® el artista. No dej¨® claro si fue ¨¦ste un factor esencial para volver a Los ?ngeles, la ciudad donde, de acuerdo con su autobiograf¨ªa, el joven ingl¨¦s se entreg¨® por primera vez a la promiscuidad sexual.
En todo caso, en la enloquecida capital californiana, Hockney dijo sentirse feliz "rodeado de gente a la que no le interesan nada los artistas como yo", lo que le permite moverse con la tranquilidad de un ciudadano perfectamente an¨®nimo.
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