Pol¨¦mica en Italia por el plan para endurecer el trato a los inmigrantes

Pol¨ªticos de todas las tendencias, sindicalistas y militantes del antirracismo criticaron ayer el acuerdo alcanzado la v¨ªspera por la Liga Norte y el Partido Democr¨¢tico de la Izquierda (PDS) para lograr un endurecimiento de las medidas contra la inmigraci¨®n, y en especial, contra los inmigrantes que comentan delitos. Dicho acuerdo deber¨ªa ser recogido hoy mismo en el decreto ley del Gobierno de Lamberto Dini que la Liga ha exigido como condici¨®n para que el Parlamento apruebe los presupuestos generales para 1996.La norma, que entrar¨¢ en vigor inmediatamente aunque despu¨¦s deba ser aprobada por las c¨¢maras, prev¨¦ la expulsi¨®n por v¨ªa administrativa, en el plazo de cinco d¨ªas, de los inmigrantes extracomunitarios que cometan delitos de "gravedad media", como la extorsi¨®n, la explotaci¨®n de la prostituci¨®n o el tr¨¢fico de drogas. Pero la expulsi¨®n puede obedecer tambi¨¦n a la peligrosidad potencial de un sujeto, o de su supuesta capacidad de reincidencia en delitos menores.

Todas estas medidas han sido promovidas por la Liga Norte, el grupo federalista y antiromano nacido en Lombard¨ªa, que es la regi¨®n m¨¢s industrializada de Italia y la que m¨¢s acusa los problemas de la inmigraci¨®n. Seg¨²n datos de C¨¢ritas, Lombard¨ªa aloja al 22,4% de los ciudadanos extranjeros residentes en Italia, una poblaci¨®n flotante que la misma fuente sit¨²a en cerca de un mill¨®n de personas, equivalente al 1,6% de la poblaci¨®n italiana. A ellos habr¨ªa que a?adir unos 300.000 inmigrantes clandestinos.

El PDS, arrastrado a este asunto por su acuerdo de cooperaci¨®n con la Liga, ha logrado que en el decreto se incluyan medidas orientadas a la normalizaci¨®n de situaciones irregulares. La Iglesia cat¨®lica ha moderado, por ello, una actitud combativa frente a la campa?a de la Liga.

Alianza Nacional y Forza Italia critican ¨¦l acuerdo de centro izquierda con una tibieza que refleja, sobre todo, conveniencia pol¨ªtica. Son, en cambio, contundentes las cr¨ªticas de los sindicalistas de izquierda, de Refundaci¨®n Comunista y de los verdes.