Triunfo del impresionismo y fracaso del arte contempor¨¢neo en las subastas de Nueva York
El arte impresionista fue el gran triunfador en las subastas de oto?o en Nueva York, frente al desastre del arte contempor¨¢neo en un mercado a¨²n convaleciente que no perdona ning¨²n error."A finales de los 80 la gente apostaba por los j¨®venes artistas por miedo a perder el tren, y muchos se quemaron las manos", explica Christopher Burge, presidente de Christie's en EE UU. "Ahora la gente es m¨¢s selectiva", afirma Diana Brooks, presidenta de Sotheby's. "Los compradores est¨¢n ah¨ª, pero hace falta ofrecerles obras de primera calidad". En dos semanas de ventas de arte impresionista y moderno, adem¨¢s del contempor¨¢neo, las dos mayores casas de subastas han logrado vender pinturas y esculturas por valor de 36.000 millones de pesetas, un total que se acerca a los m¨¢ximos logros de la historia conseguidos en el oto?o de 1990, aunque con grandes disparidades.
Sous bois, de Van Gogh, se vendi¨® en Sotheby's por 27 millones de d¨®lares (3.300 millones de pesetas), m¨¢s del doble de su estimaci¨®n inicial, y El espejo, de Picasso, se vendi¨® en Christie's por 22 millones de d¨®lares (2.700 millones de pesetas), siete m¨¢s de lo que se esperaba.
Pero no hubo la misma respuesta para el arte contempor¨¢neo en la casa brit¨¢nica. La prime ra subasta consigui¨® menos de 14,6 millones de d¨®lares, para la que se esperaban por lo menos 25. Number 1, de Jackson Pollock, no obtuvo comprador por los 4 a 6 millones que se ped¨ªan. M¨¢s adelante un galerista neoyorquino lo adquiri¨® por un precio secreto.
"Nosotros no hemos asumido muchos riesgos en el mercado del arte contempor¨¢neo porque nos parece que todav¨ªa es muy fr¨¢gil", coment¨® Brooks. De todas formas, s¨ª que encontraron comprador esta temporada obras de Arshille Gorky, Gerhard Richter o Barnett Newman.
Pero hay motivos de satisfacci¨®n para las dos casas: las subastas de oto?o han confirmado la tendencia creciente de la primavera y un regreso de los coleccionistas, as¨ª como la aparici¨®n de una nueva generaci¨®n de aficionados. "Los compradores han regresado y no tienen miedo de darse a conocer", dijo Brooks.
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