Un laboratorio de refritos
William Friedkin ha dirigido uno de los mejores thrillers modernos, French Connection Joe Eszterhas ha escrito uno de los mejores guiones del cine moderno, La caja de m¨²sica; Linda Fiorentino. ha creado una de las hembras m¨¢s inquietantes del cine er¨®tico reciente en La ¨²ltima seducci¨®n; Chazz Palmintieri ha logrado una de las composiciones negras m¨¢s singulares del actual cine neoyorquino en Balas sobre Broadway y Una historia del Bronx. Pero estos cuatro grandes artistas convierten en Jade su creatividad de seda en simulaci¨®n de esparto: se autoimitan con zafiedad y ponen sus consumados y refinados oficios al servicio de un c¨¢lculo de pel¨ªcula-pudin, predigerida en el laboratorio de refritos en que se est¨¢ convirtiendo el Hollyood actual, y alrededores, de donde nos llega el cine m¨¢s costoso y t¨¦cnicamente mejor acabado, pero con gran diferencia el peor de Estados Unidos.Friedkin vuelve a fre¨ªr, en la consabida escalinata de cuestas de las colinas de San Francisco, las trepidantes persecuciones de coches que ya cocin¨® con mucha mejor fortuna r¨ªtmica y visual; y con alt¨ªsima profesionalidad en las calles de. Nueva York y de Los Angeles. Eszterhas vuelve a volcar su archiproductiva -alrededor, de trescientos millones de pesetas se cuenta que ha cobrado por escribir, probablemente dict¨¢ndolo entre bostezos en una tumbona de su piscina, un habilidoso gui¨®n falsario- e inagotable olla en -un juego de enigmas y despistes argumentales o MacGuffins- trucados, a- la manera que ¨¦l invent¨®, con tremendo desparpajo y audacias de superdotado escritor circense, en aquella brillante provocaci¨®n titulada Instinto b¨¢sico.
Jade
Direcci¨®n: William Friedkin. Gui¨®n: Joe Eszterhas. Estados Unidos, 1995. Int¨¦rpretes: Linda Fiorentino, David Caruso, Chazz Palmintieri, Richard Crenna. Estreno en Madrid: cines Ciudad Lineal, Liceo, Vel¨¢zquez, Excelsior, Avenida, Canciller, Roxy, Colombia y Renoir (V. 0. S.).
Del cupo al copo
A Linda Fiorentino le sugieren que siga ejerciendo, de nuevo con las facilidades de no tener enfrente una contundente r¨¦plica masculina, su m¨®rbido e inquietante mon¨®logo er¨®tico de La ¨²ltima seducci¨®n. Y a Chazz Palmintieri, que admir¨® con su creaci¨®n de un prototipo de g¨¢nster estiloso en Balas sobre Broadway y Una historia del Bronx, se le contrata para que se reitere en ello y siga orde?ando una ubre orde?ada. Y con un a?adido: el productor de este mejunje de talentos empe?ados en mirarse al espejo, Robert Evans, pone tambi¨¦n su propia dosis de autoplagio, y ya que fabric¨® hace dos d¨¦cadas la c¨¦lebre Chinatown, ?por qu¨¦ no meter en el guiso' de Jade un toque que recuerde aquel extraordinario filme negro?Poco m¨¢s que a?adir, salvo la deducci¨®n de que todo esto conduce a una. falsa pel¨ªcula o, endureciendo la gram¨¢tica, a una pel¨ªcula falsaria, indigna de quienes la hicieron. Y algo m¨¢s cercano: el refrito ocupa 22 pantallas en Madrid y su cintur¨®n, mientras no hay sitio para Underground y La mirada de Ulises, monumentos del cine moderno que triunfaron en Cannes, pero que tienen la desgracia de ser europeos y eso les cierra el paso a las pantallas espa?olas. Dos maravillas -Smoke, neoyorquina, que es como ser europea: y El cartero, italiana- necesitaron a?o y me dio para encontrar un hueco en la programaci¨®n y no parece casual que ahora atiborren los pocos cines donde les han dejado entrar. Lo raro es que les dejasen: son cine genuino y pese a ello arrastran gente, tienen (como tiene Los, puentes de Madison) ¨¦xito y no son patrimonio de las apisonadoras de 'Hollywood: mercanc¨ªas peligrosas,por tanto.Si se a?ade que la casi (para algunos sin casi) subnormal Pocahontas ocupa 40 pantallas, la estad¨ªstic¨¢ casera del. reparto madrile?o de cine mundial se pone cruda: un refrito y una bobada ocupan 62 pantallas, mientras dos obras maestras se arrinconan en ocho y otras dos en ninguna: no son brillantes espectaculillos de Hollywood y por tanto est¨¢n subordinadas a las rendijas que ¨¦ste deja en su cupo en realidad su copo, de mercado. ?Es acaso que las salas revientan de p¨²blico con este refrito? Un indicio: en horario puntero de una sala del barrio de Salamanca, el d¨ªa 22 vimos Jade (que copa 22 pantallas) 22 personas.
Babelia
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