China se abre
LOS PA?SES de la cuenca del Pac¨ªfico dieron el pasado fin de Semana en Osaka (Jap¨®n) un inmenso paso adelante en el proceso de liberalizaci¨®n del comercio que tendr¨¢ grandes repercusiones en todo el inundo. Los 18 integrantes de la Conferencia Econ¨®mica Asia-Pac¨ªfico (APEC) acordaron abrir plenamente sus fronteras en el a?o 2010, en el caso de las econom¨ªas m¨¢s industrializadas, y el 2020, en el resto. Un acuerdo respaldado por el 50% del producto interior bruto (PIB) mundial que suman los pa¨ªses miembros, entre los que figuran Jap¨®n, Estados Unidos, Australia y China.A pesar de la enorme trascendencia de este acuerdo global, el acontecimiento que polariz¨® la atenci¨®n de la cumbre de Osaka fue el anuncio por parte de China del mayor paquete de medidas de liberalizaci¨®n de su econom¨ªa desde que, hace 16 a?os, iniciara el camino de la reforma econ¨®mica. Pek¨ªn se compromete a reducir en un 30% los aranceles que se aplican a unos 4.000 productos de importaci¨®n y a eliminar las cuotas de entrada que pesan sobre otros 170. Adem¨¢s har¨¢ convertible su moneda, reforzar¨¢ la protecci¨®n de los derechos de propiedad intelectual y facilitar¨¢ el acceso a su mercado de empresas mixtas y bancos de capital extranjero. Y todo ello de forma pr¨¢cticamente inmediata, ya que todo el paquete comenzar¨¢ a aplicarse el a?o pr¨®ximo.
Esta ambiciosa apertura de la econom¨ªa m¨¢s cerrada del mundo tiene varias lecturas. Una, tal vez la m¨¢s importante, es que China avanza definitivamente por el sendero de la modernidad de mercado. Este camino colocar¨¢ en una situaci¨®n precaria a los sectores pol¨ªticamente inmovilistas -todav¨ªa fuertes en la c¨²pula del partido comunista-, que se resisten a avanzar hacia un verdadero pluralismo pol¨ªtico y reconocimiento de las libertades y derechos jur¨ªdicos propios de los pa¨ªses de libre mercado. La apertura econ¨®mica es la mejor garant¨ªa para evitar una involuci¨®n cuando se produzca la desaparici¨®n del anciano Deng Xiaoping.
Es inmenso el espacio que se abre al libre mercado: 1.200 millones de potenciales consumidores y el 3% de las exportaciones mundiales. China, seg¨²n las ¨²ltimas previsiones del Centro de Informaci¨®n del Estado, contabilizar¨¢ este a?o unas exportaciones de 155.000 millones de d¨®lares y unas importaciones de 135.000 millones. El espectacular despegue de la econom¨ªa china no ha tenido a¨²n reflejo en el aumento de la renta per c¨¢pita, que en 1994 rondaba los 3.500 d¨®lares al a?o, lo cual la sit¨²a entre las 35 econom¨ªas m¨¢s pobres del planeta.
El anuncio del pasado fin de semana constituye, por tanto, el inicio de una aut¨¦ntica revoluci¨®n en el concierto del comercio mundial. El paso dado por China es una consecuencia de las presiones de Estados Unidos para crear las condiciones que le permitan ingresar en la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC). China, que parad¨®jicamente fue uno de los fundadores del GATT -predecesor de la OMC- en 1947, pretend¨ªa ingresar en la organizaci¨®n como un pa¨ªs en v¨ªas de desarrollo y sin realizar un profundo programa de reformas. Estados Unidos, apoyado por la Uni¨®n Europea, exige una apertura significativa y plantea a China condiciones de ingreso en la OMC m¨¢s rigurosas que las que se imponen a los pa¨ªses m¨¢s pobres. A esa liberalizaci¨®n est¨¢n esperando, ¨¢vidos, los grupos multinacionales, algunos ya presentes en el pa¨ªs asi¨¢tico.
Despu¨¦s del desenlace de la cumbre de Osaka, las puertas parecen abiertas para la inclusi¨®n del gigante asi¨¢tico en el organismo internacional. Y podr¨ªa estar acompa?ado por el otro gran ausente de la OMC, Rusia. Si finalmente se consolida lo que ahora es una probabilidad, estaremos ante el gran vuelco del comercio mundial y ante un paso m¨¢s hacia la globalizaci¨®n de la econom¨ªa. Y se tendr¨¢, seguramente, que revisar gran parte de los acuerdos fundacionales de la OMC, dada la enorme trascendencia de la incorporaci¨®n de ¨¦stos dos gigantes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.