Casas muy adaptadas al clima
En Tenerife se construye una urbanizaci¨®n-laboratorio con 25 viviendas bioclim¨¢ticas
Las casas de hoy, seg¨²n algunos arquitectos, parecen coches grandes. Se transportan. Las que van bien en un sitio fr¨ªo y h¨²medo se copian en zonas des¨¦rticas, como las piezas intercambiables de un Lego. No es el caso de las 25 viviendas bioclim¨¢ticas que se construir¨¢n el pr¨®ximo a?o en Tenerife. Son como termos inteligentes que se alimentan, calientan y refrescan con el sol y el viento que pegan fuerte en Granadilla, en la costa de la isla. Aprovechando. las condiciones del entorno, y a la vez protegi¨¦ndose de ellas, formar¨¢n un minipueblo autosuficente que funcionar¨¢ como un laboratorio, donde con pagar un alquiler todo aqu¨¦l que lo desee podr¨¢ convertirse en conejillo de indias.La idea surgi¨® hace, un a?o. El Cabildo de Tenerife, el Instituto Tecnol¨®gico de Energ¨ªas Reno vables (ITER) y el Colegio de Arquitectos de Canarias decidieron entonces lanzar un desaf¨ªo a los arquitectos del mundo, y recibieron 212 respuestas de hasta 39 pa¨ªses. Deb¨ªan ser casas de no m¨¢s de 120 metros cuadrados, integradas en el medio, innova doras, capaces de autoabastecerse... y sobre todo realizables con menos de 20 millones de pesetas.. Las 25 mejores, seleccionadas el pasado 28 de octubre, se construir¨¢n con un presupuesto total de m¨¢s de 500 millones d¨¦ pese tas que la Uni¨®n Europea financiar¨¢ probablemente en un 60%. En ¨¦l se incluye un centro de visitantes, los gastos de urbanizaci¨®n, dos peque?as plantas de depuraci¨®n y desalaci¨®n de aguas -para riego y consumo, respectivamente- y la instalaci¨®n de sensores para calibrar continuamente el confort en las vivientas: uno de temperatura en cada habitaci¨®n y en el exterior; higr¨®metros para medir la humedad; y anem¨®metros que detecten la velocidad del viento en los interiores, Cada sensor recoger¨¢ alrededor de un dato por minuto. Se enviar¨¢n al ordenador central y ser¨¢n presentados a las visitas en grandes pantallas. "Nuestro objetivo es en. principio almacenar y analizar los datos, pero tambi¨¦n se podr¨ªa ver qu¨¦ casa funciona mejor, qu¨¦ materiales... el inter¨¦s de la UE es que este conocimiento luego sea aplicable, a otras ¨¢reas", explica Manuel Cendagorta, gerente del ITER.
Unifamiliares
Arquitectos y promotores afirman que un proyecto as¨ª, y con vocaci¨®n de ser extrapolable en un futuro a la vida cotidiana a. precios asequibles, tiene poco que ver con experiencias anteriores en Estados Unidos y Europa. " Siempre se han hecho cosas muy tecnol¨®gicas, s¨®lo para personajes ricos y extravagantes", dice la italiana Natasha Pulitzer, autora junto con Sergio Los del segundo mejor anteproyecto. Estos dos veteranos de la arquitectura bioclim¨¢tica consideran probado que se ahorra m¨¢s espacio con las viviendas unifamiliares que con los edificios -que "como son muy altos, deben separarse mucho m¨¢s"-, 'y sobre todo se gana en calidad de vida.Por eso no es ut¨®pico volver a la estructura de los cascos antiguos, dicen, aunque con viviendas de lo m¨¢s moderno. La que ellos proponen, por ejemplo, mantiene la temperatura ideal gracias a su orientaci¨®n, a sus espacios articulados que abren o cierran las estancias al sol seg¨²n convenga- y el viento, que pasa por un canal en el v¨¦rtice del tejado y arrastra consigo el calor sobrante del interior. La energ¨ªa solar se almacena en colectores que calientan el agua, y la el¨¦ctrica procede de paneles fotovoltaicos, el elemento m¨¢s caro.
"El truco est¨¢ en no super- poner los diferentes consumos el¨¦ctricos. Evitando usar la plancha al mismo tiempo que el secador u otros aparatos es posible mantener el gasto en 500 vatios, en lugar de en los 2.000 habituales", se?ala Pulitzer. Adem¨¢s, convendr¨ªa no echar mano de la electricidad para producir calor. "La lavadora y el lavaplatos deber¨ªan funcionar de d¨ªa, cuando hay consumo directo de la energ¨ªa alma cenada en los colectores solares mientras que es sobre todo de noche cuando se emplea la electricidad de las bater¨ªas conectadas a los paneles fotovoltaicos".
A los moradores de esta vivienda no les, resultar¨¢ compleja la tarea de autoconcienciaci¨®n para racionalizar el consumo dom¨¦stico, porque una consola electr¨®nica les mantendr¨¢ en todo momento al corriente de sus cuentas energ¨¦ticas. Y hay otros muchos detalles. Una cocina solar, una nevera m¨ªnima y una bodega enterrada donde los alimentos se refrescan con la humedad que sube de las aguas fre¨¢ticas. El peque?o huerto se nutre del compost de residuos org¨¢nicos y del agua reciclada de lavabo y ba?era, cuyo calor, adem¨¢s, es recogido por un intercambiador y devuelto a los colectores.
Pulitzer y Los, en resumen, quieren crear un "oasis protegido", con materiales aut¨®ctonos como el pic¨®n para un techo ligero, y muy aislante 0 cantos llenos de tierra y cal en la base en vez de cemento (no olvidar¨¢n medir antes los niveles de radon, un elemento radioactivo).
Bajo el caparaz¨®n
Los catalanes Sergi Serra y Marta Adroer, en cambio, eligieron esconder la cabeza bajo el caparaz¨®n". Su casa enterrada, en forma de estrella y con un patio circular abierto en el. centro que evita la sensaci¨®n de claustrofobia, comparti¨® el tercer premio con la vivienda c¨²bica de adobe de, un equipo belga. "Enterrarse es siempre una buena forma de protegerse del calor y crear un ambiente id¨®neo", explica Serra. "Usamos sistemas de captaci¨®n directos -los m¨¢s sencillos-, con cubiertas orientadas para que el sol incida en el patio y caliente los dormitorios, que a su vez controlan el calor cerr¨¢ndose de noche y ventil¨¢ndose de d¨ªa". La electricidad y el agua caliente proceden de paneles fotovoltaicos y colectores solares.Los organizadores, no obstante, a¨²n no han resuelto algunos detalles del proyecto. La gesti¨®n de los residuos s¨®lidos de la futura urbanizaci¨®n sigue siendo un punto negro, por ejemplo. Tampoco han decidido a¨²n a c¨®mo estar¨¢ el mes de alquiler en una de las casas, ni el perfil del inquilino ideal. S¨ª prev¨¦n tarifas especiales para investigadores, y aspiran llegar a tener tanta demanda como para que haga falta crear un comit¨¦ de asignaci¨®n de tiempos del estilo de los que funcionan en las grandes instalaciones cient¨ªficas.
?Ser¨ªan posibles las ciudades bioclim¨¢ticas? Algunos arquitectos han dicho s¨ª sin contemplaciones, y otros, "depende de los sitios". Para todos ser¨ªan deseables. Pulitzer y Los, fundadores de la primera escuela italiana de arquitectura bioclim¨¢tica y autores de algunos de los primeros edificios con colectores solares en Europa, explican con el movimiento hippy y ambiental el origen de este tipo de arquitectura en los sesenta, y con la crisis econ¨®mico. energ¨¦tica, su auge en la d¨¦cada siguiente. "En los ochenta perdi¨® fuerza, y ahora vuelve simplemente por las ganas de vivir bien y sano. Somos m¨¢s individualistas".
Pero los motivos de Ricardo Melchior a la hora de promover el proyecto desde el Cabildo de Tenerife siguen siendo genuinos: "el 50% de las emisiones de di¨®xido de carbono a la atm¨®sfera proceden del consumo dom¨¦stico" asegura. Por su parte, Manolo Cendagorta, del ITER, conf¨ªa plenamente en que "dentro de veinte a?os habr¨¢ tecnolog¨ªa para fabricar c¨¦lulas fotovoltaicas A precios asequibles". Hoy, los paneles fotovoltaicos de una vivienda de 20 millones de pesetas se llevan m¨¢s de la d¨¦cima parte del presupuesto, "y en la pr¨¢ctica", seg¨²n Cendagorta, "no se amortizan". La energ¨ªa e¨®lica cuesta 10 veces menos y s¨ª es ya rentable en algunas zonas. "En el ITER" dice, "producimos cinco megavatios de electricidad con 16 aerogeneradores [molinos], y nos da para autoabastecernos y vender".
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