Clinton pisa fuerte
EL PROYECTO central de la visita del presidente norteamericano, Bill Clinton, a Madrid es impulsar un nuevo marco, m¨¢s amplio y m¨¢s s¨®lido, a las relaciones entre Estados Unidos y Europa despu¨¦s de dos a?os de no pocos malentendidos y tensiones transatl¨¢nticas. El presidente norteamericano y el actual presidente de la Uni¨®n Europea, Felipe Gonz¨¢lez, intentar¨¢n hoy en la capital de Espa?a cerrar algunas de estas fisuras que se hab¨ªan abierto en las relaciones transatl¨¢nticas en los ¨²ltimos a?os y que, por mucho que se nieguen o minimicen, no dejan de ser peligrosas para la seguridad conjunta. Las relaciones entre Estados Unidos y Europa han sufrido frecuentes altibajos a lo largo de este siglo. Pero sus cimientos han sido s¨®lidos y tienen que seguir si¨¦ndolo. Aunque se trate de sociedades y culturas m¨¢s diferentes de lo que se acostumbra a creer, Estados Unidos y Europa forman el eje principal de la cultura de las libertades y de los derechos colectivos e individuales. Y este concepto com¨²n de la sociedad y del individuo se plasma en el eje atl¨¢ntico que formaron las democracias occidentales para defenderse de las amenazas totalitarias despu¨¦s de la II Guerra Mundial, en la que EE UU jug¨® un papel esencial para acabar con el nacionalsocialismo hitleriano.Despu¨¦s del fin de la guerra fr¨ªa y con el hundimiento de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y sus reg¨ªmenes sat¨¦lites, muchos creyeron que la OTAN hab¨ªa perdido su raz¨®n de ser. Han bastado un par de a?os para desmentir aquellos argumentos. Al margen de las l¨®gicas diferencias de intereses, cualquier distanciamiento serio entre Estados Unidos y Europa supone un peligro para la seguridad europea. Y despu¨¦s de muchos titubeos, Clinton ha dejado claro que, pese a ser el primer presidente que no vivi¨® la II Guerra Mundial, mantiene la conciencia de sus predecesores que consideraban que la seguridad de Europa y EE UU es una e indivisible. Pero adem¨¢s, la Casa Blanca, con un CIinton reforzado por sus ¨¦xitos internacionales en Oriente Pr¨®ximo, Bosnia e Irlanda, parece dispuesto a hacer frente a las tentaciones aislacionistas del Congreso, de mayor¨ªa republicana, y a apostar por la Uni¨®n Europea, proyecto con el que Washington siempre ha tenido una relaci¨®n ambigua, cuando no tensa.
Vuelve a imponerse en Washington el criterio de que por acelerado e intenso que sea el desarrollo. de Asia y la concentraci¨®n en el Pac¨ªfico de intereses norteamericanos, las relaciones con Europa siguen teniendo una importancia capital. La poblaci¨®n norteamericana sigue especialmente sensibilizada ante todo aquello que se refiere al continente del que proced¨ªan los fundadores de esa naci¨®n.
Llega Clinton a Madrid con la imagen de un presidente muy comprometido en la pol¨ªtica internacional, en la que ya ha hecho aportaciones significativas para la paz y la seguridad. Sin duda, esto es m¨¢s valorado en Europa que en Estados Unidos, donde pronto habr¨¢ de iniciar la etapa electoral con intenci¨®n de ser reelegido. Pero tambi¨¦n est¨¢ claro que sus posibilidades de obtener otro mandato han mejorado sensiblemente y que su pol¨ªtica exterior tiene bastante que ver con ello. Frente a llamamientos a la introspecci¨®n parroquial y reaccionaria de muchos de sus rivales republicanos ha impuesto una pol¨ªtica que ha reafirmado el liderazgo norteamericano en un mundo que no es menos peligroso que durante la guerra fr¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.